En mayo de 2023, familiares de un hombre de 29 abriles denunciaron su desaparición en la comisaría de los Mossos en Granollers (Barcelona). No fue hasta más de un año posteriormente, en agosto de 2024, cuando, «de forma casual», algún localizó sus restos en una zona boscosa de Las Planas. El cotejo de ADN concluyó que se trataba de la misma persona. Lo mataron a golpes por una supuesta deuda de 70.000 euros con un agrupación de traficantes de mariguana, y luego trasladaron su cuerpo y lo enterraron en una fosa con cal. Fue este pasado martes cuando la Policía catalana detuvo a seis individuos, acusados de la crimen violenta y ocultación de restos. Uno de ellos ya se encontraba en prisión, cumpliendo condena por «otros hechos violentos», según precisan desde el Cuerpo.
Las pesquisas de los investigadores han permitido reparar lo ocurrido. Fue el 9 de mayo cuando cuando tres integrantes del agrupación citaron a la víctima en Aiguafreda, donde le ofrecieron saldar la deuda, realizando un narcoasalto. Durante el batalla, delante la imposibilidad de lograr a un acuerdo, lo agredieron hasta matarlo y lo trasladaron en un coche hasta una zona alejada, para desvincularlo del municipio, donde residía uno de los asesinos.
Hacia lo alto, registro del domicilio de uno de los detenidos. Sobre estas líneas, una de las armas blancas incautadas. A la derecha, una de las plantaciones ‘indoor’ desmanteladas.
Primero, los tres individuos trasladaron el restos hasta Tarrasa, donde se les unió un cuarto para, finalmente, enterrarlo, ya de tenebrosidad, en una fosa con cal en una zona boscosa de Las Planas. Asesinos y víctima se habían conocido admisiblemente en «entornos delincuenciales» o en prisión, mientras cumplían penas por delitos contra la lozanía pública o violentos. Y es que entre los seis detenidos de entre 41 y 46 abriles, -incluido el que ya estaba en la cárcel- acumulan más de 40 referencias, asimismo por varios narcoasaltos.
Fue este pasado martes, 17 se septiembre, transcurrido un mes desde la situación del restos, cuando los Mossos explotaron la operación del adulterado como caso Gladium. Más de 75 efectivos, incluyendo el Montón Singular de Intervención (GEI), orden sabido, canina, científica y drones, participaron en la detención de los sospechosos en Aiguafreda, Sant Celoni y Las Planas. El sexto arresto se efectuó en una prisión catalana.
Durante el registro de sus domicilios, los agentes se incautaron de una pistola, que uno de los detenidos escondía en la manguita de un cojín de su cama. Todavía de un rifle con la culata recortada, así como de armas cortas, munición, armas blancas, un inhibidor de frecuencia y un chaleco antibalas que simulaba ser de la Policía Franquista. (Y que probablemente, habrían empleado en algún narcoasalto).
En dos de los viviendas asimismo albergaban sendas plantaciones ‘indoor’ de mariguana -con 200 plantas cada una-. En de Las Planas, próxima a la zona donde se encontró el restos de la víctima, había asimismo varios sacos de cal.