Ha pasado casi un año desde el emanación de ‘El miedo y el paraíso’, el primer disco con el que Mikel Izal se atrevía introducirse en el camino de su carrera en solitario. “Un dispendioso camino por el desierto”, en sus palabras, era lo que esperaba cuando se inició en este nuevo capítulo profesional. Un camino por el que está transitando con el apoyo y el cariño de sus seguidores.
En una entrevista con torrevieja news today Parte, el cantante y exlíder de la bandada IZAL ha compartido sus reflexiones sobre el proceso creativo de su libro presentación y la conexión que ha sentido con el manifiesto. “Me he pasado el año dando las gracias, porque cambiar de plan y abrir en solitario no es ligera“, comenta Mikel.
“Era consciente de ello y me preparaba para un camino dispendioso por el desierto, pero no ha sido así. La clan me ha donado mucho cariño este año, y la conexión con el disco ha sido muy íntima“, recuerda. Y relata que esa percepción le ha llegado por parte del manifiesto tanto a través de los conciertos, como en forma de mensajes. “Me cuentan cómo las canciones les han ayudado. Son mensajes tan de verdad… Mensajes que nunca había recibido ayer“, añade.
Conciertos íntimos y energía desbordante
Su viaje comenzó en febrero, y el división preferido para este presentación no fueron grandes escenarios, si no teatros y auditorios para “abrir con un poco de calma“. “Nunca había tenido la oportunidad de efectuar en sitios tan íntimos. Fue un tacto abrir de esa forma, se generó una conexión singular en los conciertos”, detalla. “Primero dije “vamos a sentarnos” y luego ya bailamos”, añade.
Pero a pesar de disfrutar de esa medio de cercanía, Mikel confiesa que no tardó en echar de menos la energía del rock and roll. “Tengo una energía de escena que es difícil de contener en un teatro o teatro. Soy muy vándalo, y en un abrir y cerrar de ojos me di cuenta de que soy carne de escena extenso”, bromea, asegurando que los conciertos con mucho manifiesto son su “hábitat natural”.
Y lo hace igualmente recordando una equimosis de menisco a la que se ha tenido que enredar hace escasamente unos meses. Una equimosis que le ha hecho tener que seguir dando conciertos sentado, poco que, reconoce, le ha costado mucho. “Sigo teniendo mucha energía que dar en los escenarios”, remarca.
Misma emoción al subir al escena
El actor destaca que sigue emocionándose cada vez que sube a un escena. “Lo hacía ayer con la bandada, y lo sigo haciendo ahora en solitario”. Con un disco en el que, en sus palabras, se ha “desnudado como nunca”. “Quizás porque canto cosas que me tocan muy de cerca, la energía en el escena es todavía veterano. Lo estoy disfrutando mucho”, explica.
Y es ese aspecto, el de estar en un escena frente a miles de personas en un momento determinado, lo que hace que él valore tanto la música en directo. “Lo valoro y lo celebro. Me encanta que la clan haga tantos planes aproximadamente de la música en vivo”. El navarro sigue reuniendo al manifiesto en torno a sus canciones. En torno a las más conocidas, pero igualmente coreando a pleno pulmón los nuevos temas.
La viaje está llegando a su fin: el 3 de noviembre dará su final concierto en Valencia. Pero ayer, le esperan otras citas, como Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Salamanca, o Madrid, donde actuará en la sala La Riviera y en el festival MadBlue. Un evento impulsado por Atresmedia por la preservación de los océanos, y en el que Mikel Izal compartirá cartel con otros artistas como Veintiuno, Iván Ferreiro o Álvaro de Retrato.
Con los pies sobre la tierra pero la mente puesta en lo que está por venir, el cantante mantiene el entusiasmo por esta nueva aventura que tan solo acaba de comenzar. Pese a todos los primaveras que lleva subiéndose a los escenarios, no pierde la energía ni las ganas de seguir entregándose al manifiesto en cada acto.
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