La iglesia parroquial de Santa María A Maior albergó ayer la colocación de un diácono, el italiano de 30 abriles Franceso Salvatori, por primera vez en su historia. La última colocación en el concello, de un fraile, tuvo oportunidad en la iglesia verinesa de Nosa Señora da Merced.
Este hecho histórico explica que ayer a las 12,00 horas no hubiese ningún sitio habitable en el interior del templo. Numerosos sacerdotes, así como familiares de Salvatori, no se quisieron perder el acto, que estuvo rodeado de mucha emoción.
Incluso la comunidad parroquial de Verín quiso arropar al seminarista, que llevaba ejerciendo allí de adlátere desde el mes de julio, en el momento de su colocación como nuevo diácono de la diócesis de Ourense por parte del Mitrado Leonardo Lemos Montanet.
Salvatori nació en 1993 en la caudal romana, cerca de la Archibasílica de San Juan de Letrán, la catedral de la diócesis de Roma, en el seno de una grupo cristiana “que vive su fe en el interior del Camino Neocatecumenal”. Tras apreciar “la indicación del Señor a los 13 abriles y rechazarla, con 21 la acepté y me encaminé a un centro vocacional”, explica el recién colocado diácono.
En ese centro tuvo oportunidad el proceso que lo llevó, “por sorteo”, al seminario Redemptoris Mater de Ourense, donde realizó todo su proceso vocacional y de formación eclesiástica. Al impresionar a la provincia se encontró con el “idioma gallego, pero ahora ya me defiendo”. Preguntado por su nueva parroquia, el italiano solo tiene buenas palabras: “La comunidad está muy viva y me han acogido muy correctamente”.