Régimen foral, régimen común y “régimen singular o pacto de financiación singular para Cataluña”



La financiación autonómica es el medio que utiliza el Estado para distribuir los ingresos tributarios entre todas las comunidades a excepción del régimen foral que se aplica a País Vasco y Navarra.

Este maniquí coetáneo de financiación territorial establecido en 2009 (Ley 22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas de régimen global y Ciudades con Estatuto de Autonomía-LOFCA) caducó en 2014. La renovación del sistema ideado en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero lleva en barbecho desde entonces.

En estos diez abriles se han ido poniendo parches al sistema y las comunidades han tenido en los últimos tiempos inyecciones extraordinarias gracias a los fondos para encarar la pandemia que activó el Gobierno y a los proyectos europeos; pero sigue sin establecerse un mecanismo que ordene los ingresos de las autonomías. 

Pero para entender el coetáneo régimen singular que ansía Cataluña es necesario conocer la existencia de un régimen de financiación autonómico paralelo, el régimen foral.

Sobre los regímenes forales aseverar que vienen de antiguo, y que permiten  administrar sus impuestos y su colecta a dos territorios (País Vasco y Navarra), mientras contribuyen a la financiación estatal a través de una cantidad denominada “cupo”. 

La Ley Tributaria de 1963 reconocía su existencia y la Constitución de 1978 le otorgó su respaldo definitivo.

El actual Convenio Crematístico entre el Estado y la Comunidad Foral de Navarra fue aceptado por ley el 31 de julio de 1990 con varias modificaciones en abriles posteriores.

En cuanto al País Vasco, el primer Concierto Crematístico postconstitucional se plasma en 1981, siendo reformado en 2002 y todavía con modificaciones posteriores.

Estos regímenes tributarios forales constituyen una dormitorio de difícil encaje en un sistema tributario doméstico y un sensación citación a otros territorios que pretenden poco similar.

En concreto, los contribuyentes de los territorios forales, que tienen un nivel de renta más elevado en relación con la media española, pagan unos impuestos que en manos de la Hacienda Foral permiten unos servicios públicos superiores al resto de regiones y, en definitiva, la capacidad de manejar más fondos públicos. Es por esto que regiones en régimen global, con niveles de renta todavía elevados, quieran seguir la senda de sus vecinos forales.

Esta situación de desequilibrio se podría aplanar revisando la determinación de los cupos y las aportaciones a los fondos de aval, de convergencia o de compensación interterritorial, para lo cual sería necesario sentar a todos los territorios (Conferencia de Presidentes) y rediseñar un nuevo sistema de financiación autonómico, que como he mencionado anteriormente está sin refrescar desde hace un par de lustros.

Pero esto no solo va de patrimonio, esto todavía va de política, suponiendo que patrimonio y política sean cosas distintas. Esto va de formar gobiernos y obtener los votos parlamentarios necesarios para conseguirlo. Es por ello que los votos imprescindiblemente necesarios (que están en Cataluña) interiormente de la coetáneo coyuntura política para poder formar gobiernos e investir presidentes, se quieren subir al carro de los territorios forales. 

La propuesta catalana, bautizada como “Pacto de Financiación Singular para Cataluña”, supone que la Generalitat salga del régimen global del resto de comunidades autónomas, lo cual implica modificar la LOFCA. 

La Generalitat asume el cobro de todos los impuestos estatales y liquidará al Gobierno el coste de los servicios e inversiones que realice en su departamento, encima de una cantidad extraordinaria en concepto de solidaridad con el resto de regiones más pobres. Esta disposición se desconoce. 

Esquerra pone en primer puesto la colecta del impuesto sobre la renta de 2025, que se liquidará en 2026. A este impuesto se irían sumando IVA, Sociedades e impuestos especiales.

Pero todo esto todavía está muy difuso, hay que detallarlo y sobre todo hay que demostrar que las cuentas estatales pueden convivir con el nuevo sistema de financiación singular catalán.

Recientemente tanto el presidente del Gobierno como la vicepresidenta y ministra de Hacienda se aplicaron en conversar de la solidaridad como eje de la nueva financiación autonómica, pero parece que para poder nutrir el firmeza entre los territorios se necesitará de un considerable aumento de la cuota estatal para encajar la propuesta catalana (cuánto supondrá esto para nuestro PIB). Lo difícil será determinar el precio del término “solidaridad” y que todos los actores estén de acuerdo.

Pero como la política coetáneo va de regates en corto, hablemos de solidaridad y olvidemos todavía que han pasado 10 abriles con gobiernos nacionales de distintos colores que no han sido capaces de afrontar una nueva financiación autonómica y ahora cuando se afronta es por un único motivo, investir presidentes y seguir “gobernando”, de lo contrario quizás pasasen otros diez abriles y más gobiernos de distintos colores.

Aunque Sánchez posiblemente ha conseguido lo que quería, mostrar su cara más amable y unas imágenes que ponen freno momentáneamente a la coetáneo crispación política

Por lo pasado, lo que ahora toca es iniciar una ronda de reuniones bilaterales con los presidentes de las distintas comunidades autónomas.

Este pasado viernes han  comenzado las reuniones bilaterales. Pradales, Rueda y Oscuro (lehendakari vasco, Xunta de Galicia y Juntura de Andalucía, respectivamente)  han visitado la Moncloa. Hábitat distendido, correcto, educado, incluso sonrisas, conversaciones huecas y nulas conclusiones. Aunque Sánchez posiblemente ha conseguido lo que quería, mostrar su cara más amable y unas imágenes que ponen freno momentáneamente a la coetáneo crispación política. 

Pinta que todo esto se hará dispendioso y con escasas posibilidades de entrar a algún tipo de acuerdo y más si recordamos que actualmente 11 comunidades autónomas son gobernadas por el PP, 4 por el PSOE, PNV en País Vasco y Coalición Canaria en Canarias. 

. Por aquí sigamos con el desfile de mandatarios autonómicos por Moncloa

Pero la cosa se complica todavía más, si junto a. Si tal y como aseguró Montero, la posibilidad pasa por duplicar la cuantía destinada al Fondo de Compensación Interterritorial (que simplemente abriría la efímera posibilidad de entrar a un hipotético acuerdo), habrá que sacar delante los próximos Presupuestos Generales del Estado o manejar a moradura de decreto, tarea que se antoja más que compleja para los tres abriles de tiempo que faltan. Pero tranquilos, siempre nos podrán destinar de nuevo a las urnas de guisa anticipada o seguir aguantando lo que dure el ecosistema político coetáneo: el de la “estable inestabilidad”, al menos en cuanto a la nueva financiación autonómica se refiere.

Y mientras todo esto ocurre en departamento regional, Santos Cerdán (secretario de estructura del PSOE) viaja a Suiza para ver a Puigdemont, quizás sea allí donde esté el “tomate”. Por aquí sigamos con el desfile de mandatarios autonómicos por Moncloa. 

Pasen días y caigan panes.

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