Como curiosidad y antiguamente de escudriñar más en vuestra trayectoria, ¿cómo surgió el nombre de Atlanticides?
Fue poco de casualidad… y se puede aseverar que por semejanzas. Había un dúo, argentino, Pacífica, en el que tocaban dos chicas que en nuestra vanguardia se parecían físicamente a nosotras, una chica morena parecida a mí, y otra pelirroja como Indira. Encima, era una formación de guitarra, voz y bajo, igual que nosotras. Así que si ellas eran Pacífica, nosotras seríamos Atlántica. Unas semanas posteriormente de decidirlo, le añadimos el “cides”, por darle el toque más anglosajón.
Me hablas de ti, Sara, y de Indira. Me faltaría Ángela.
Atlanticides se formó a finales del año 2022, principios del 2023. Indira y yo nos conocíamos de un campamento y queríamos tocar juntas por eso empezamos las dos. Con el tiempo, en verano del 2023, y tras dar tres conciertos como dúo, se unió Ángela, que es la más mozo del reunión, y su conjunto.
¿Cómo es vuestra formación en el ámbito musical?
Yo voy a clase de canto desde hace cinco abriles y, ya en el Conservatorio Profesional de Música de Ourense, estoy cursando 3º de Profesional de guitarra. Empecé con 10 abriles y ahora estoy comenzando todavía con piano.
Ángela toca la conjunto y algún aparato e Indira el bajo. Ambas asisten a clases a La Casa de la Música de Fernando Pelado.
Si tienes que constreñir el estilo musical de Atlanticides, ¿cuál sería?
Pop y rock suave, mucho pop gachupin, sobre todo de grupos y cantantes clásicos de nuestro país.
A pesar de su lozanía parece que ya tienen acertadamente definidas sus influencias.
Amaral, Amy Winehouse, Gloria… son básicamente influencias de nuestras casas. Son los grupos, cantantes y temas que nuestros padres escuchaban y nosotros los tuvimos de bandada sonora desde pequeñas. Al final deja su poso. Y encima, ¡nos gusta!
¿Cómo compatibilizáis vuestra estado musical con la académica?
Los conciertos los dejamos solo para épocas de recreo. Somos tres chicas muy aplicadas que anteponemos los estudios en el instituto a la música, y no por ello la queremos o vamos a dejar de flanco. Pero somos conscientes de que para sacar delante los cursos con las notas que queremos es necesario dedicarle mucho tiempo.
Lo que no dejamos de flanco es la formación musical, compaginando las clases escolares con las de música.
Llegado el tiempo de un concierto, en verano, por ejemplo, nos ponemos a ensayar un par de semanas antiguamente intensamente. Tanto canciones que ya hemos tocado, como algunas nuevas para ir renovando nuestro repertorio.
¿Tocáis todo versiones o todavía tenéis temas propios?
Versiones y ya tenemos dos temas propios. Y de camino al tercero.
¡Cuéntame!
La primera de ellas es “Try Again”, en inglés, y palabra de cómo determinado que hace música y la tiene presente en su vida, nunca se va a observar solo, porque la música acompaña siempre y es un punto de apoyo. Yo hice la pago y la música e Indira y Ángela su bajo y conjunto. Es la canción que más nos gusta y con la que nos sentimos más identificada. Encima, ¡nunca puede ofender en nuestros conciertos!
Tenemos una segunda en gallego, “Un berro na cara de Galicia”, con un fondo reivindicativo y de protesta ya que muchas veces rechazamos nuestra propia civilización pensando que “lo de fuera” es mejor, buscando lo que no tenemos y dejando lo nuestro, que es mejor, a un flanco.
En abriles de formación de cara vuestro futuro profesional, ¿qué ventajas os aporta la música en vuestro día a día?
Creo que las personas que tocamos algún aparato somos más organizadas e intentamos ajustar nuestra memorándum al mayor para demorar a todo y beneficiarse al mayor todo. Y lo conseguimos. La música es una pasión que nunca dejas de flanco, adicionalmente de ayudar a tener una disciplina, un compromiso y perseguir un sueño.
¿Dónde habéis hecho vuestros primeros conciertos?
Estuvimos en el Colegio, el Auriense, en A Arca da Noé, la Feira da Cervexa de Toén, en el Círculo del Saviñao, algunas fiestas…
¿Cómo os recibe el notorio y qué os dicen al descender del escena?
Les suele impresionar que, siendo tan jóvenes, defendamos tan acertadamente los temas y tengamos esa soltura en el escena. Sobre el escena nos crecemos y nos felicitan por nuestra acto. Y es todavía la forma de que nos llamen de unos conciertos a otros. Por el “boca a boca”.
Y vosotras, ¿cómo os sentís?
Al principio… ¡muy nerviosas! (risas). Ahora ya no, siempre hay ese “gusanillo”, pero, personalmente me encanta subirme al escena, sobre todo en espacios como el Colegio que la parentela está al 100% para ti, escuchándote y disfrutando de tu música.
De cara el futuro, ¿qué planes tenéis?
¡Estudiar mucho para el curso! (risas). Excepto, queremos tener incluido en nuestro repertorio un tema sobre Amy Winehouse… e ir tocando en los conciertos que vayan surgiendo.