El presidente de la Generalitat y primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha trabajador esta mañana la Fiesta de la Rosa -reunión anual de los socialistas catalanes- para difundir un mensaje de tranquilidad al resto de España en un momento en el que el debate sobre la financiación singular ha creado una ola de inquietud en el conjunto del país y incluso críticas en el seno del PSOE
Insistiendo en el mensaje que lleva transmitiendo el PSC desde que pactó con ERC la investidura, Illa ha asegurado que los socialistas catalanes estarán «en la primera camino de la solidaridad», asegurando pues que el acuerdo para la «financiación singular» acordada con Esquerra lleva apto la contribución de Cataluña a la mejoría del conjunto de España.
«Somos poco de dar lecciones, pero que no nos las den aquellos que bajando impuestos reclaman más capital. Esto no es solidaridad, es otra cosa», ha insistido Illa, que piensa inspeccionar el resto de regiones españolas «para explicar nuestro maniquí, y escuchar lo que nos proponen».
En un discurso en el que ha alternado el catalán y el castellano, y sin que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya acudido al acercamiento por motivos meteorológicos, Illa ha cliché en varias ocasiones lo que ya se ha convertido en un eslogan. El mismo mensaje que transmitió esta semana en Madrid: «Cataluña ha vuelto, para arremangarse, para mejorar España, con políticas progresistas, y no bajando impuestos y haciendo cosas raras que nadie entiende». «Esos que dicen que quieren que sigamos formando parte de España deberían alegrarse, y en cambio se ponen nerviosos», ha anotado tras reivindicar las políticas de izquierdas y los «acuerdos amplios», en insinuación a su pacto con ERC y los Comunes.
Tras varios lustros de división interna por el ‘procés’, Illa por otra parte ha insistido en su pretensión de «manejar para todos, al ganancia de las ideas o de la argot o religión que tenga cada ciudadano». Además, defensa del catalán, aunque con matices. Si hace semanas apuntaba al idioma como «columna vertebral nación catalana», hoy apuntaba que el catalán «representa una buena parte de la identidad de nuestro país», insistiendo en que defender el idioma no implica «atacar el castellano»