El Centro de Nanofotónica de la UPV da una segunda vida a las baterías eléctricas de los coches


El Centro de Tecnología Nanofotónica de Valencia (NTC), adscrito a la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), ha puesto en marcha un proceso de automatización para desmantelar las baterías de los coches eléctricos, pero además las que se emplean en los patinetes, bicicletas o motos eléctricas. Se manejo de darles una segunda vida y contribuir a la riqueza circular.

Una vez que las baterías han cumplido su ciclo de vida en los vehículos eléctricos, todavía tienen suficiente capacidad para ser reutilizadas en sistemas de almacenamiento de energía solar o eólica. Suponen actualmente una alternativa para la encargo energética en instalaciones industriales, hogares o empresas.

Sin incautación, para que positivamente puedan tener éxito tendrían que ser competitivas en precio, y para ello tendrían que ocurrir del flagrante esquema de procesado, basado en procesos manuales, a un esquema industrial automatizado.

El NTC estima que el porcentaje de coste de las operaciones manuales de la etapa de preparación de las células es del 66%, y que pueden ocurrir a ser un 9% en la medida en la que se automaticen dichos procesos.

Con el tesina del instituto de investigación se pasaría de 300€/Kwh a un coste de 125€/KWh, lo que les situaría en posición de poder ofrecer un precio de salida de 200€/Kwh, que sería competitivo con el precio flagrante de entre 300 y 400 €/kWh de las baterías de segunda vida, y de 400 – 600 €/Kwh de las baterías nuevas

Otra de las cuestiones que aborda el tesina, financiado por el IVACE + i, es el de la variedad de formatos que emplean los coches eléctricos en la fabricación de sus células de energía. Pueden ser cilíndricas, prismáticas, en forma de sobre, y cada una de ellas con variedad de tamaños. Lo que dificulta aún más la estandarización del proceso de desmantelado de las baterías y posterior fabricación de las células de energía.

La alternativa al problema se aborda con matrices de geometría variable para trabajar con una sola tilde de procesado y solo dos matrices. Así, una vez realizada la separación de la célula, el resto de los procesos será idéntico para cualquier tipo de fila usada de entrada, ya que las características geométricas de las células individuales serán iguales.

La Pinada Lab

Actualmente, las baterías de litio son la tecnología preferida para el almacenamiento de energía fotovoltaica, en viviendas y comercios. Por eso, el tesina de las baterías de litio de segunda vida permitirá depreciar el coste de la hechura de la luz en las viviendas y en los comercios, así como impulsar la transición energética cerca de energías limpias.

De hecho, el NTC ha diseñado y construido una fila de litio de segunda vida de 4 kW de potencia y 5.15 kWh de capacidad. La fila ha sido trasladada e instalada en las dependencias de «La Pinada Lab» en Paterna, como parte de su tesina de Eco-barrio sostenible.

La fila se ha integrado con el resto de los sistemas de una instalación completamente autónoma con producción de energía fotovoltaica, y lleva operando a diario durante un año de una guisa estable.

Este tesina contribuye así a prolongar la vida útil de los rudimentos que se han empleado para la fabricación de las baterías, como puede ser el litio, el níquel o el cobalto. Es, por lo tanto, una desafío por contribuir a la riqueza circular y la reducción de la escazes de utilizar y procesar nuevos materiales.

NTC, 20 abriles de experiencia

El Centro de TecnologíaNanofotónica (NTC) de Valencia cuenta con casi 20 abriles de experiencia en la investigación para el control y manipulación de la luz a una escalera muy pequeña. La tecnología que desarrolla ha sido considerada estratégica por la Comisión Europea para estabilizar la competitividad y soberanía tecnológica de Europa y España, en el sector de la microelectrónica y semiconductores.

Se ubica en el campus de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Su instalación más singular es la Sala Limpia dedicada a la micro y nano fabricación de semiconductores, que forma parte del Plano Gachupin de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas Singulares (ITCS) y recibe el apoyo de los Fondos FEDER de la UE, del Gobierno de España y de la Generalitat Valenciana.

El Instituto desarrolla aplicaciones de la fotónica en diversas áreas. Principalmente para su aplicación en la industria de las telecomunicaciones, la alimentaria, veterinaria, la salubridad o en el control de contaminantes en el agua. Y su expansión ha llegado a emplearse hasta en el funcionamiento de satélites artificiales.

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