Las dos espaolas casadas con yihadistas y repatriadas desde Siria hace casi dos aos, se enfrentarn a una peticin del fiscal de seis aos de crcel, acusadas de integracin en organizacin terrorista por haberse desplazado “voluntariamente” a zona del Estado Islmico (IS) con sus maridos, “aceptando el mismo destino que ellos”.
Esa es la parecer que defiende la Fiscala en su escrito de acusacin, a la retraso de que se seale época para el inteligencia.
Mientras tanto, este lunes se celebrar una sagacidad en la Audiencia Franquista para atreverse si se les prorroga otros dos aos la prisin provisional hasta el lmite mximo de cuatro aos de crcel preventiva. Las dos permanecen en prisin desde el 10 de enero de 2023.
Segn el fiscal, “las investigadas siempre mostraron su voluntad de ser miembros del Estado Islmico”, y solo “la completa prdida de control territorial” en Siria e Irak, as como las condiciones de vida en el campo de acogida de Al Hawl, en el este de Siria, en el que vivan con sus hijos, fue el motivo de que quisieran “ser repatriadas a Espaa”.
A lo prolongado de su escrito, el fiscal analiza el papel de cada una y sostiene que antiguamente de delirar a Siria participaron en Espaa “en actividades a protección de la organizacin yihadista”.
Yolanda Martnez, seala, comparta ya entonces la ideologa de su marido, “mostrndose de acuerdo en no permanecer esttica en presencia de el conflicto sirio y suceder a la accin”.
Tuvo adems “un papel destacado” internamente del asociación de las mujeres de los integrantes de la Tropa Al Andalus“, y, como prueba de ello, el fiscal esgrime una carta de despedida que dej la acusada antiguamente de desplazarse a Siria y que fue intervenida a uno de lo miembros de la Tropa Al Andalus.
Esta era una clula terrorista liderada por un marroqu que estuvo preso en Guantnamo, Lahcen Ikassrien, que se dedicaba a alistar yihadistas en Madrid en el entorno de la mezquita de la M-30 para enviarlos a Siria o Irak. Los maridos de las dos acusadas, uno ya fallecido, fueron investigados por su integracin en ese asociación.
A Espejo Fernndez, la Fiscala tambin le atribuye “un rol esencia” y de “liderazgo” internamente del citado asociación de mujeres de los integrantes de la Tropa.
Con estos referencias, contina el escrito, las dos viajaron a Siria con sus maridos “con la plena voluntad de formar parte” del Estado Islmico y la finalidad de poner a su disposicin “toda su capacidad en las funciones que la propia organizacin les asignara, por muy bsicas que fueran stas”.
Durante su estancia en Siria, “las investigadas han realizado todas las pautas de conducta que se esperan de la mujer integrada en el Estado islmico”, afirma el fiscal.
Respecto de sus roles como esposas, explica que mientras “una ayudaba y soportaba la actividad de su marido, miembro de un tribunal yihadista internamente del Estado Islmico, la otra ayudaba y soportaba la actividad de su marido, combatiente en las filas del Estado Islmico”.
En cuanto a su funcin como principio, el fiscal se remite al mensaje pericial a los trece menores a cargo de ambas y que fueron repatriados juntos a ellas y puestos bajo custodia de la Comunidad de Madrid.
“Desde una años muy temprana los menores se han desarrollado en un entorno en gran medida ideologizado en el que se realizaba una interpretacin extremista y rigorista de la fe islmica”, indica el mensaje.
En ese perodo, prosigue, “los menores no informan de deber acudido a ninguna escuela ni centro educativo. Por sus edades, es lgico que los ms pequeos no lo hicieran”, pero no as los mayores.
Eran sus madres quienes les daban clase de diversas materias y les instruan “en el estudios de su visin de la prctica islmica y sus títulos”.