El tratamiento pionero de la unidad de menores adictos a redes sociales está en Córdoba


La Fiscalía Común del Estado cita en su posterior mensaje cómo en la Fiscalía de Menores de Córdoba tratan un asunto por difusión de fotos fake, realizadas en Telegram a través de IA, que ponen el rostro de algunas alumnas de un IES en un cuerpo desnudo y se difundieron limitadamente en el entorno de ese centro educativo, afectando a su intimidad e integridad recatado.

Y no es el único caso, en esta pelotón del Servicio Sabido igualmente se investiga un caso de difusión de fotografías y vídeos de una beocio de 13 abriles de contenido sexual. Es mono, destaca la Fiscalía en esta memoria anual «que ese material llegó a poder de las amigas de la víctima de entre 12 y 13 abriles y alguna se lo enseñó a su hermano de 10 abriles, sin ninguna conciencia de estar haciendo poco reprochable e inadecuado por la años de su hermano», remarca la procuraduría militar.

Con este panorama del que sólo la punta del iceberg llega a la Fiscalía de Menores, esta autoridad pública ha destacado la exigencia de centros de tratamiento para revertir este mal uso o uso injusto de redes sociales del que destaca la pelotón específica -pionera en España- para el tratamiento de estas conductas en menores, jóvenes hasta 21 abriles y familias del Instituto de Bienestar Social (IPBS) de la Diputación Provincial de Córdoba.

La Fiscalía Común del Estado apunta que este es el camino y que podría sustituir a penas como internamiento con estos malos usos de redes o de la tecnología. La coordinadora de la Dispositivo de Adicciones en la atención a menores, jóvenes y familias del Instituto de Bienestar Social de Córdoba Penitente de Miguel ha detallado a torrevieja news today que este equipo lo forman tres profesionales, dos educadores sociales y una psicóloga y que tal y como está planteado es un ejemplo único en la comunidad autónoma andaluza. Por sus manos han pasado más de 60 menores y jóvenes y en lo que va de año son 40 los tratamientos en marcha.

Este software se enmarca interiormente de la prevención a menores jóvenes por trastorno de conductas conveniente al uso de estos dispositivos. Uno de los tres profesionales que integran el equipo es Manuel Cazallo, formador social del software específico para trabajar con adolescentes, menores y comunidad. Esta pelotón arrancó su caminata frente a la exigencia de intervenir con estos perfiles entre los menores y jóvenes de 14 a 21 abriles «como una exigencia los problemas de abusos y de sustancias como el cannabis».

De hecho, esta es la sustancia, apuntan, que más problemas genera en estas edades, por lo que era necesario que la intervención no fuera solo clínica y médica, sino que fuera psicoeducativa, de ahí que haya en el equipo una psicóloga y dos educadores. «Los menores que tratamos están en un momento de avance físico, psicológico social, niños de los colegios que van a los institutos, a la vida adolescente por lo que precisan un acometida específico», añaden desde esta pelotón.

«Comenzamos a trabajar con esos perfiles de 14 a 21 abriles, con el problema en el 90 por ciento de consumo de porros. Es consumo de aventura, que genera situaciones conflictivas en las relaciones familiares, absentismo escolar, casos de equidad tierno. En esa época 2019-2020 empezamos a trabajar con problemas asociados al uso de las pantallas con casos muy puntuales, y que había generado problemas más complicados, como aislamiento, sedentarismo, trastorno sueño, de víveres o el deserción de estudios, o conflictos familiares gordos como el uso polímero de crédito de los padres», explican desde el IPBS.

Cazallo expone que ha sido en los últimos cuatro o cinco abriles cuando ha aumentado ese tropelía de pantallas y ha bajado la años de inicio: «Fundamentalmente los perfiles que trabajamos con problemas asociados a estos dispositivos están entre los 13 y los 16 abriles, incluso los 12 abriles».

«No solo es por uso de pantallas sino que hablamos de uso de móvil y tablet, consumo de Instagram, Tiktok o redes sociales en militar y en algunos casos contenidos inapropiados como chicas que se hacen fotografías con contenido amatorio, sin tener en cuenta las consecuencias como que puedan circular por la red, y lo que genera a nivel personal, daño a la intimidad», comentan desde esta pelotón. Actualmente por estos casos hay cuatro menores en tratamiento interiormente de la pelotón, confirma este formador del IPBS.

Y no son los peores casos, «estamos encontrando mujeres jóvenes, —el sesgo de mercaderías es muy importante—, que acceden a páginas que fomentan las autolesiones, muy vinculadas al suicidio». «Hemos podido atender en la pelotón a dos chicas que se habían autolesionado; son dos casos graves, que han llegado hasta ahí guiadas por el contenido de unas páginas que son redes sociales», alertan.

«Tú entras en contacto con otras chicas que se autolesionan como mandato emocional, es opinar, si tu te sientes mal y te has peleado con el novio y te entra la depresión pues te incitan a que te metas en el cuarto y te hagas un corte. Esto que puede parecer un comportamiento incidental tiene una estética o cierto contenido poético, como el caso de los retos como ‘Ballena celeste’ que circulaba en las redes sociales donde aparece de todo. Puedes encontrar todas las tribus, desde ‘reguetoneros’ a los ‘grises’, con determinados tipos de estética, ropa, música incluso, libros de ceremonia; hay una gran diversificación», según denuncia este formador.

En esta pelotón de adicciones se trabaja desde un punto de clarividencia individualizado por tropelía de redes sociales, pantallas, ordenadores o videoconsolas «porque algunos pueden tener problemas con los videojuegos pero no con Iphone, o si con con internet…hay que saberlo diagnosticar, no están todos en el mismo saco», apostilla este formador. A nivel diagnosis no trabajan con el concepto de yuxtaposición en pantallas y menores sino de problemas de tropelía, porque no existe esa categoría diagnóstica que crea yuxtaposición.

El móvil es una útil de trabajo, asegura este equipo, y tiene una especificidad: hay que valorar los problemas que hay o no detrás y si son complejos, apostillan. En esta pelotón se abordan problemas complejos en niños de 14 o 15 abriles que en la mayoría de los casos responden a problemáticas de timidez, de determinada personalidad, aislamiento y encuentran en las pantallas cómo atracar eso; algunos de ellos padecen gordofobia, no son líderes y se relacionan con un ordenador, sin salir de casa, y con otras personas ‘online’, cuentan desde la experiencia de estos perfiles que pasan por tratamiento.

Otra de las problemáticas que se aborda en esta pelotón es la de los niños que han padecido la errata de normas, en casa, de supervisión en el uso de estos dispositivos. Este formador recuerda que un nene no puede estar seis horas con el móvil.

A esta pelotón de tratamiento de la Diputación Provincial llegan casos de menores derivados por institutos, por Vigor Mental, por la Fiscalía, Servicios Sociales Municipales, Pediatría, Equidad tierno, los propios padres o por la Subdelegación del Gobierno —sobre todo por consumo de sustancias—.

Este equipo de educadores y psicólogos, a corto plazo, tras analizar la situación del beocio y hogareño establece unas pautas desde modificación de horas de uso del móvil, el tiempo de ocio y tiempo exento (deportes), o la instauración de normas y rutinas con su comunidad, donde trabajar sus habilidades o la autoestima… un pequeño plan a corto plazo. El tratamiento tiene un plazo mayor de un año, aunque algunos no necesitan más que dos meses para tener el entrada terapéutica. La años de los menores que son atendidos ha bajado en los últimos meses hasta los 12 abriles.

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