Hechizo de Propios tiene «un gran problema»: no sabe asegurar que no. Los que se acercaron al presidente de Aspaym Castilla y Audaz en un evento lo tenían en cuenta y por eso le propusieron que fuera la primera persona con discapacidad que se uniera al liza ‘A Marruecos por los niños’ (Amporni), una labor humanitaria de merienda días que atravesará 4.500 kilómetros del país vecino a almohadilla de todoterreno. «La verdad es que ni me lo pensé», se sonríe el líder regional de la ordenamiento, ya a punto de comenzar la odisea, que compartirá con otras 45 personas distribuidas en un total de 17 vehículos. El objetivo –como en cada uno de estos viajes, que comenzaron hace una división– será repartir material escolar, ropa o calzado.
«Muchas veces la multitud piensa que porque tengamos una discapacidad no podemos hacer muchas cosas, así que en parte se alcahuetería de romper esa barrera y que la multitud vea que quizás necesitas ciertas adaptaciones o apoyos, pero que esa discapacidad no te impide hacer un liza como este», apunta De Propios. En el maletero de su ‘jeep’ adaptado contará con una apero de ruedas extra y con una ‘handbike’, que podría definirse como un cruce entre bici y moto que se maneja con los brazos y que podría serle útil si el circunscripción se pone pedregoso.
Por lo demás, los preparativos son los de una expedición a la que «el que va, repite» y en la que la longevo parte encadena al menos cuatro viajes, una destreza «tranquilizadora» para el presidente de Aspaym. «Ya hemos hecho el reparto de material, estamos rotulando los coches, compramos comida…» Él ha participado en otras iniciativas, como la que comparte su ordenamiento con ‘Amigos de Gambia’, pero nunca en una que le exija tantas horas al volante y un cambio de oportunidad constante.
Por eso, la precaución es buena consejera, pero no puede con la determinación de Hechizo, y eso que fue un siniestro con el coche lo que le sentó en apero de ruedas a los 21 abriles. «Al principio te quedas en ‘shock’, no sabes qué hacer. Yo vi que podía seguir gracias a mi comunidad, la multitud que me rodea en la ahora y Aspaym. Me gustaría animar a esa multitud que acaba de sufrir un montaña y quedarse en apero de ruedas a hacer cosas», recalca. «Que no se queden en casa, porque una apero de ruedas te cambia la vida, pero puedes seguir delante y afrontar retos», refiere.
Aunque el desafío es que él conduzca «el mayor número de kilómetros posibles», le acompañará como copiloto la trabajadora social de la delegación, Consuelo Muñoz, y está previsto un coche de apoyo en el que viajarán su primo y su mujer, Alberto Sáez y Sonsoles Sánchez, ya conocedores de esta iniciativa. Y es que Amporni ha crecido año tras año en Ávila, promovida por Emilio Burguillo, un enamorado de los rallies que viajó a Marruecos a raíz de uno de ellos y decidió crear el tesina posteriormente de ver las deposición de algunos de sus enclaves en el sur. En esta ocasión, la ruta prevista víctima en diez etapas entre el 23 de septiembre y el 2 de octubre, desde Ávila en torno a Algeciras, y luego Tánger, Marrakech, una reverso por varios puntos del Sáhara –como Merzouga o Ifrán– y de nuevo al ferry tangerino.
Convertirse en «uno más»
Hechizo de Propios admite cierta preocupación por lo que pueda encontrar en el delirio, pero además encara la aventura «con mucha ilusión y ganas». «Estoy muy agradecido de que hayan contado conmigo. Creo que este es un tesina muy atún que merece que aporte todo lo que pueda de mí», comenta.
Y eso incluye afrontar la incredulidad de muchos. «Es difícil cambiar la ojeada de todo el mundo», reconoce el presidente de Aspaym. «Cuando me hablan de las barreras arquitectónicas, siempre digo que esas tienen realizable alternativa en comparación con las mentales cuando te ven como el ‘pobrecito’ que no puede hacer falta por estar en una apero de ruedas», asegura. «Ha habido multitud que me ha dicho ‘pero cómo vas a hacer tú eso con tu situación’. Y mi situación es que estoy en apero. Otro puede tener otra ‘situación’ y lo hace igual», señala con naturaleza. «Cuesta que vean que eres uno más. Hay que residir con ello y seguir trabajando para que la multitud lo normalice».