La crisis no cesa en Vox Baleares. Los diputados de Vox Baleares, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez, quienes mantienen un pulso con la cúpula franquista del partido desde hace un año, piden ahora la dimisión de la portavoz del conjunto parlamentario, Manuela Cañadas, a la que acusan de divulgar declaraciones falsas y ofensivas contra ellos en una asociación de portavoces celebrada el pasado 3 de septiembre, e insinuar que uno y otro podrían salir del conjunto parlamentario en breve.
En un escrito dirigido a la dirección en Madrid, al que ha tenido acercamiento este diario, los diputados rebeldes aseguran que Cañadas se refirió a ellos «en tono despectivo» y difundió rumores e infamias, sobre la supuesta voluntad de querer «hundir al partido» y crear uno propio, posteriormente de que el sector crítico liderado por Ribas crease Avanza en Licencia, una asociación cultural con la misma ideología de Vox.
«Por desgracia, no sabemos si estos escaños van a ser ocupados por otros diputados de Vox en breve, porque, como este show mediático lo montan cada equis tiempo, vamos a ver que igualmente pueda ser así; tengo que ser sincera», dijo Cañadas en la citada asociación de portavoces donde se trataba la reasignación del escaño de Agustín Buades, quien abandonó el conjunto recientemente por estar en desacuerdo con la audacia de Santiago Abascal de romper el pacto con el PP de Marga Prohens.
Cañadas ha evitado pronunciarse sobre la petición de dimisión de sus compañeros: «No pienso participar de este circo, el que quiera enredar, que enrede; yo he venido a trabajar por los ciudadanos de Baleares en nombre de Vox», ha respondido sin desmentir las acusaciones.
Los diputados rebeldes reclaman la dimisión de la portavoz del conjunto parlamentario Vox, o admisiblemente la transigencia del correspondiente expediente sancionador por incumplimiento molesto y muy molesto, así como «la propuesta de carácter inmediato, de otro diputado o diputada para desempeñar la función de portavoz«.
En su escrito, Ribas y Rodríguez -que fueron expedientados pero no expulsados a principios de este año tras intentar sin éxito hacerse con el control del conjunto parlamentario anejo con Cañadas, Buades y María José Verdú- denuncian que el conjunto parlamentario Vox Baleares sufre durante este inicio de lapso «un obstrucción de forma constante por la dirección provincial del partido para desestabilizar el gobierno e intentar provocar un adelanto electoral«. Asimismo apuntan a Enrique Cabanas, miembro del Comité Ejecutante Franquista, de querer alterar las mayorías del conjunto parlamentario para forzar un cambio en las portavocías.
Cañadas asumió la portavocía que ocupaba Idoia Ribas tras reconducir su postura y abjurar el sector insurgente. Fue una de los cinco diputados que desafiaron las directrices de Santiago Abascal al no apoyar el techo de consumición del gobierno regional en 2023. A principios de año, igualmente intentaron expulsar a los diputados fieles a Abascal y hacerse con el control del conjunto. Más tarde, Cañadas pasó al sector oficial anejo con María José Verdú. La querella entre el sector oficial -formando por Cañadas, la líder regional Patricia de Las Heras, el diputado del parlamento balear, Gabriel Le Senne, y María José Verdú- y los dos diputados rebeldes sigue más abierta que nunca.
A principios de septiembre, Ribas, Rodríguez y el diputado no adscrito Buades usaron su asociación Avanza en Licencia para divulgar un comunicado criticando abiertamente la audacia de la cúpula de Vox de romper el pacto con el PP de Marga Prohens. Vox Baleares respondió exigiéndoles el relación de diputado y amenazando de forma velada con su definitiva expulsión, poco que no se ha consumado. Vox Baleares ha perdido dos diputados en un año. De los ocho diputados logrados en las las elecciones de mayo de 2023 quedan seis tras la salida del menorquín Xisco Cardona y Agustín Buades en un año.