Las inquiokupaciones, cuando el inquilino deja de retribuir el locación al propietario, son una nueva modalidad de okupación cada vez más frecuente. Un ejemplo es el caso de Maricarmen, que visitó el plató de Espejo Conocido la semana pasada para contarnos su caso: su inquilino no sólo le ha dejado de retribuir, sinó que ha “realquilado” el suelo a terceros. Precisamente nuestra compañera Ana Estévez consiguió murmurar con uno de esos “terceros”. Este caso provocó la respuesta airada de un miembro del Sindicato de Inquilinas de Madrid.
En el software de hoy hemos querido tener un debate entre Valeria Racu, portavoz del Sindicato de Inquilinas de Madrid, y Daniel Lacalle, economista. Dos perfiles con visiones totalmente opuestos sobre el tema en cuestión: la vivienda.
Racu dice entender el caso de Maricarmen, pero asegura que “las inquilinas de este país somos muchísimas más que los caseros”, dando los datos de que los caseros “son un 6% de la población” y que las inquilinas “somos más de 4 millones”. Por otra parte, la portavoz pone de relieve el “miedo” que las inquilinas tienen de murmurar con su casero cuando se acerca el final de un arreglo “porque lo más seguro es que no nos renueven el locación”.
Por su parte, Daniel Lacalle se muestra convencido de que “la ley es mucho más beneficiosa para los inquilinos que para los propietarios”, ya que “se ahoga la propuesta, se ponen cada vez más trabas al locación, y se le echa la delito al 2% de los propietarios”. Según el economista, el gran problema de España es que “los propietarios están completamente desprotegidos”.
La sindicalista no duda en sacar un nuevo número en primera persona: “la mayoría de personas que vivimos de locación no llegamos a final de mes, estamos sobreviviendo con 300, 400 o 500 euros a posteriori de suceder pagado la vivienda”. Una situación que “es insostenible”, y con una premisa clara: “los Gobiernos son responsables y los caseros son culpables”.
Como parte de la decisión, Racu se muestra partidaria de sacar la vivienda del mercado, ya que, según ella, no se puede cobrar metálico a costa de una condición básica: “sacar la vivienda del mercado es cortar todos los privilegios de los especuladores, es proponer, cualquier persona que pretenda cobrar metálico con la vivienda”.
El economista, atónito, le contesta tachando de “absoluta desvarío” proponer que “comprar una vivienda para alquilarla es una inversión para especular” y defiende: “lo que es una evidencia de datos es que, en todos los sistemas intervenidos, el llegada a la vivienda no solamente es mucho beocio sino que adicionalmente se da como privilegio político”.
La portavoz del Sindicato de Inquilinas no duda en sacar el titular: “tener una propiedad te hace más rica de por sí”. Y añade que el mercado lleva intervenido desde el 2013 a valimiento de la especulación. Contratos de 5 a 3 primaveras, para que cada tres primaveras se pueda subir el locación todo lo que se quiera”. Lacalle le contesta: “eso se hace para suministrar el locación, que es lo racional”.
VÍCTIMAS DE INQUIOKUPACIÓN CUENTAN SU TESTIMONIO
El software quiso interviuvar, frente a los dos invitados a plató, a una mujer de 78 primaveras, víctima de un caso parecido al de Maricarmen, en el que una inquilina le ha dejado de retribuir y ha realquilado su vivienda a turistas.
Lacalle, al escuchar el caso, no dudó en interrumpirles: “os han desprotegido por ley. La razón por la que ocurre ese titánico fraude de ley es la razón por la que el resto de inquilinos tienen dificultades”. Y pica una pregunta: ¿A que ustedes no volverían a arrendar su suelo? a la que su respuesta fue negativa.
Valeria, por su banda, echó las culpas de esta situación a la errata de regulación de alquileres temporales, turísticos y por habitación: “cuando el Gobierno iba a aprobar la Ley de Vivienda, es lo único que les dijimos, y es acordado lo que ha pasado. Han subido un 30%”. La portavoz de las inquilinas madrileñas no dudó en sostener que el motivo este tipo de prácticas es que “la masa no tiene pensiones y tiene que completar su pensión”.
