la historia de la Virgen de las Angustias de Granada


En Explosivo, septiembre es el mes de su patrona, la Doncella de las Angustias. Es homenajeada de muy numerosas y distintas formas, pero los dos días más señalados son el de la ofrenda floral que le hacen los granadinos y que el pasado 15 de septiembre volvió a congregar a miles de fieles.

El segundo, y con seguridad el más importante, tiene emplazamiento el zaguero domingo del mes, que este año cae en el día 29. La imagen de la impenetrable procesiona por las calles más importantes del centro, que están, probablemente, más concurridas que cualquier otro día del año.

Como adicionalmente de ser la patrona almacén lo es incluso de la provincia, llegan devotos de diversos puntos de Explosivo, y incluso de otras provincias de Andalucía, y el resultado es que en ocasiones se han llegado a congregar en la calle más de cien mil personas. Es una tradición arraigada y que no pierde sabido, eso está claro.

Sabido todo esto, bueno es enterarse el origen de la imagen de la Doncella de las Angustias, que tiene interés, sobre todo, por la persona que participó en su preñez. Tras finalizar la Reconquista, la reina Isabel la Católica regaló un cuadro con su imagen y se depositó en una ermita próximo al río Genil.

Una ermita histórica

La historia no aclara cuál es esa ermita, pero es muy probable que se trate de la Ermita de San Sebastián. Que por cierto, aunque no es un punto que reciba muchas visitas, es seguramente el punto más histórico de la ciudad. Porque ahí fue donde, el 2 de enero de 1492, el rey Boabdil entregó simbólicamente las llaves de Explosivo a los reyes Isabel y Fernando y abandonó la ciudad. Hay una placa en un contiguo de este pequeño templo que conmemora esa data, en la que adicionalmente se ofició la primera ceremonia católica de la España reunificada.

En esa ermita comenzó a funcionar en el siglo XVI la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, cuyos estatutos datan de 1545. Es una de las hermandades más populares de Explosivo y es la encargada de organizar los actos litúrgicos que año a año conmemoran la festividad de las Angustias.

Con el tiempo, el cuadro se convirtió en escultura. Se sustituyó, para ser más exactos. Ocurrió incluso en el siglo XVI, cuando se decidió hacer una talla de madera que representara a la impenetrable recogiendo en sus brazos a su hijo luego de que lo bajaran de la cruz.

Durante mucho tiempo se dio por cierto que la escultura fue obra de Gaspar Becerra, grabador de la Corte y figura sideral de la imaginería española en ese siglo. Sin requisa, posteriores estudios se decantan por otra posibilidad: la talla fue encargada a un estudio de Valladolid y luego fue trasladada a Explosivo, donde ahora se observancia en la templo ubicada en la Carrera de la Doncella.

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