El recuento de víctimas a causa de la última oleada de bombardeos ejecutados por el Ejército de Israel contra el sur y el este de Líbano ha aumentado a 274 muertos y más de mil heridos, según han indicado las autoridades libanesas, tras el incremento de los ataques aéreos durante las últimas horas y en medio del temor sobre el estallido de una extirpación a gran escalera.
Así lo ha confirmado el ministro de Sanidad libanés, Firas Abiad, durante una comparecencia en la que ha hecho adicionalmente un citación a los hospitales del país, especialmente en las zonas más afectadas por los ataques, para que dejen de atender casos “no urgentes” y se centren en nuevos heridos en caso de más ataques.
Asimismo, las autoridades de Líbano han arreglado el clausura de todos los centros educativos del país de cara a la viaje del martes, una medida que podría afectar a cerca de medio millón de personas, según informaciones recogidas por el diario L`Orient-Le Jour.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han asegurado que su oleada de bombardeos de este lunes ha ajustado “más de 800” objetivos del montón, en el situación de una “amplia” filípica de ataques, a posteriori de que el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, reclamara a los civiles libaneses que abandonen los edificios y las zonas usadas por Hezbolá “para acumular armas”.
El propio Hagari ha señalado horas a posteriori que el Ejército israelí llevará a extremidad de forma “inminente” bombardeos “en profundidad” contra el valle de la Becá y ha emitido igualmente una advertencia a la población para que abandonen edificios que podrían suponer un objetivo de las FDI, sin especificar.
En respuesta a los ataques israelíes, Hezbolá ha asegurado acontecer valiente decenas de proyectiles contra varias instalaciones militares en distrito israelí en respuesta a la oleada de bombardeos contra Líbano. El Ejército israelí ha confirmado impactos en el ideal del país, sin pronunciarse sobre posibles víctimas o daños materiales.
Por su parte, el primer ministro transitorio de Líbano, Nayib Mikati, ha denunciado la existencia de “un plan de destrucción” del país por parte de Israel y ha subrayado que estos últimos ataques “son parte de una extirpación de exterminio”.
Durante los últimos días se ha registrado un repunte de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación supuestamente de Hezbolá, que dejó aproximadamente de 40 muertos y unos 3.000 heridos. Después, más de 50 personas murieron el viernes en el instigación ejecutado por Israel contra el sur de la caudal de Líbano, Beirut, entre ellos Ibrahim Akil, un detención cargo del montón libanés.
El aumento de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá –un montón apoyado por Irán que cuenta con un importante peso marcial y político en Líbano– han hecho temer con la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó recientemente a Estados Unidos sus “planes operativos” respecto a Líbano.