Este lunes ha denunciado un convenio que le parece un «escándalo». Está dirigido a atender a 76 menas en Madrid durante 147 días, con un consumición de 190 euros al día por cada uno. «Vamos a entregarse 5.500 euros al mes del metálico de todos los madrileños por mena. Tenemos 50.000 chicos sin plazas de FP en Madrid y estamos dedicando 5.500 euros al mes por mena», ha lamentado.
«Hay que cerrar los centros de menas y Ayuso tiene que dejar de bajar la inicio delante Sánchez y asegurar que sí delante todo lo que le dicen en inmigración, porque Madrid no puede absorber a todos los que llegan», ha ducho. Monasterio ha vuelto a relacionar esta inmigración irregular con el aumento de la inseguridad: «No ayuda el meta citación de los contratos de Ayuso para los menas».
Esta semana no hay pleno en la Asamblea, como es habitual en las últimas semanas de cada mes, pero Vox se dispone a retomar su ataque contra la inmigración irregular cuando se retome la actividad parlamentaria corriente, a partir de la semana que viene, sin importarle en categórico que desde la izquierda los llamen racistas y xenófobos.
Inmediato a la inmigración irregular, hay otro asunto que ocupará a Vox en las próximas semanas, el de las zonas de bajas emisiones, sobre todo a posteriori de que el Tribunal Superior anulara una parte de las ordenanzas municipales de Madrid a petición de este partido.
La formación de Rocío Monasterio quiere prolongar la bandera izada contra las zonas de bajas emisiones y en universal contra las políticas relacionadas con el cambio climático, como seña de identidad del partido, que le distingue totalmente del PP. «El camelo climático es una máquina de percibir para los políticos, les da igual el medio ámbito», ha asegurado Monasterio, para quien estas políticas son una «tomadura de pelo». Por eso, Vox quiere transigir esta cuestión al próximo pleno de la Asamblea.