Las cifras se saben: más de 60 ciudades de todo el mundo, alcaldes y altos funcionarios, expertos con conocimiento. El software de actos paralelo, el que llegará a toda la población, todavía se conoce, desde la interpretación en la Mezquita-Catedral de la ‘Novena Sinfonía’ de Beethoven hasta el espectáculo de drones en la tenebrosidad del 27.
Para el Cabildo la importancia es tanta que ha hecho coincidir la publicación del Plan de Mandato del Casco Histórico con la cita, como muestra de su compromiso con los objetivos.
El Congreso de la Estructura de Ciudades Patrimonio Mundial llega este martes tras una larga preparación por parte del Cabildo y tras los discursos institucionales y anejo a los actos paralelos, el software abordará muchas de las cuestiones que más preocupan a los responsables de las urbes monumentales. Pueden ser parecidas o distintas, pero las pondrán en popular porque hay problemas que les atañen a todos.
El congreso, que celebra su estampado número 17, tiene que cuchichear en términos generales de la habitabilidad de los centros históricos. Si hace un siglo, o incluso medio, bastantes de ellos estaban tan habitados como cualquiera de los barrios extramuros de hoy, y no se distinguían de cualquier otro ocasión, la venida del turismo y los cambios sociales los han dejado en parte como decorados con poca población. De ello hablarán los participantes, ya desde primera hora.
Ejes
El congreso tendrá cuatro ejes estratégicos en torno a la habitabilidad: recalificar el hábitat, transfigurar la movilidad, refrescar la ciudad y regenerar el entorno urbano. En el Palacio de Congresos se pondrán sobre la mesa ya en la mañana de este martes, aunque no se empezará a profundizar hasta mañana, cuando Prosper Wanner, sociólogo y coordinador de la Red Europa Faro sobre el derecho al patrimonio cultural.
A partir de ahí, las ciudades se reunirán por áreas en el interior del mundo: Europa del Sur y Mediterráneo, Asía-Pacífico, Europa del Noroeste y América del Ideal, América Latina y Europa Central y del Este.
El primer eje decisivo lleva por título recalificar el hábitat, y servirá para cuchichear de las medidas que tienen que servir para que los lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad vuelvan a tener vecinos.
Se dan varios puntos, entre los que están hacer más difícil la conversión de los edificios en apartamentos turísticos, pero todavía que la Agencia compre inmuebles, mejore la conectividad con las zonas residenciales y mejore los servicios de los que disponen los residentes en el Casco Histórico.
Cuatro ejes buscarán que los barrios históricos vuelvan a ser atractivos, desde el tráfico hasta la rehabilitación
El eje refrescar la ciudad dará medidas contra el cambio climático y para evitar que haga más difícil comportarse en las zonas antiguas. Se conseguirá a través de implantar más plantas y de cuidar la que ya existe, pero todavía con la involucración de los residentes.
Otro tercer eje servirá para transfigurar las movilidades, y eso pasa por sustituir tráfico motorizado por otros modos de transporte sostenible. Aquí se estudiarán medidas como una red de transporte «divulgado y activo, ecorresponsable», que ofrezca alternativas de verdad para quienes quieren calar a la zona.
Un cuarto pilar pasa por la regeneración del entorno urbano. Se tiene que conseguir identificando medios y títulos que contribuyan a la identidad colectiva.
Por ahí tiene que estudiarse todavía el uso que deben tener ciertos edificios cuando no tengan el innovador, adicionalmente de identificar las técnicas de construcción originales. En la cita todavía se evaluará el cumplimiento de la Hoja de Ruta de Quebec, que se estableció en el discusión de 2022.