Con seis jornadas disputadas en Segunda División, el Córdoba todavía deja grandes dudas. Sobre todo a domicilio, donde el equipo todavía no ha conseguido puntuar. El equipo de Iván Ania tiene dos caras en este inicio de temporada. Por un banda, en casa ha conseguido sacar su apariencia más sólida, con una buena defensa y la mejor lectura de los blanquiverdes. Por otro banda, remotamente de El Arcángel, la plantilla se ha mostrado irreconocible, con partidos para olvidar y jugadores que bajan el nivel tanto ataque como defensivamente. Sin duda, dos caras de un equipo que todavía no ha tomado el pulso a la categoría de plata.
En casa, el equipo había mejorado paulatinamente y es que sigue invicto con dos empates y una trofeo en El Arcángel. Encima, en dos de los encuentros como circunscrito pudo sostener la meta a cero, lo que deje adecuadamente de su solidez defensiva. No comete tantos errores y esta mucho más acertado en ataque. El equipo incluso recordó al de Primera Pacto en El Arcángel, donde, por el momento, no ha cometido tantos errores y ha sido mucho más preciso. No ha tenido los momentos de desconexión que le costaron el partido la pasada caminata en Huesca.
Aún tenía un gran ganancia de restablecimiento en sus encuentros como circunscrito. Pero se vio una transformación que incluso destacó el propio Iván Ania en la rueda de prensa previa a correr a Huesca. En su primer reunión en El Arcángel, logró rescatar un punto en el tiempo de descuento delante el Burgos. Dos semanas a posteriori, regresó para afrontar dos duelos como circunscrito consecutivos. Fue superior delante el Málaga con una buena defensa aunque le faltó ser persuasivo en lo alto. Aprendió de sus errores delante el Deportivo y se llevó los tres puntos delante una plantilla con longevo presupuesto en Segunda División que los cordobesistas.
Un paso detrás
Acullá de casa, el Córdoba parece deber olvidado todo lo aprendido en las dos jornadas anteriores. Delante el Huesca, el cuadro blanquiverde regaló prácticamente el partido al cuadro oscense pues no fue sometido en repertorio. Sus momentos de desconexión en defensa permitieron que el equipo de Antonio Hidalgo se adelantasen en el grabador. En la Segunda División, los errores se penalizan más que en Primera Pacto. Y el Córdoba está pecando de inexperto en la categoría. Al menos, en las primeras jornadas de competición, pues los errores que comete tienen decisión y se pueden entrenar.
El Córdoba es un equipo como circunscrito y otro fuera de casa. Prácticamente irreconocibles. Como visitante, pierde esa contundencia que tanto le había costado encontrar en casa y tiene momentos de desconexión en los que se le va el reunión. Delante el Huesca, en tan pronto como media hora, el equipo ya perdía 3-0. Intentó meterse de nuevo en el partido y cambió poco su imagen aunque demasiado tarde. Encima, hay jugadores que bajaron notablemente su nivel como Marvel o Calderón entre otros que cometen fallos como visitantes, que no suelen cometer cuando juegan delante su inclinación en El Arcángel.
Iván Ania igualmente lo vio claro en sala de prensa. El técnico blanquiverde reconoció que «defensivamente hemos estado muy mal y si no dejas tu meta a cero fuera de casa es difícil ingresar. Si para ingresar necesitamos hacer cuatro o cinco goles, es difícil sumar. No tuvimos poder en el radio rival y defensivamente estuvimos muy frágiles». Para él, en Segunda muchas veces lo que ocurre en el campo no se refleja en el grabador. Hay que dominar las áreas porque muchas veces lo que ocurre en el progreso del repertorio no se refleja en el grabador». Su ocupación ahora con los jugadores es «recuperarlos mentalmente, y igualmente físicamente. Veníamos de hacer dos buenos partidos delante Málaga y Dépor pero lo de hoy es un vaparalo duro».