Días a posteriori de que se instalará el primer radar fijo en la ciudad en la N-25 a su paso por Rabo de Galo, este martes se han instalado los siete radares fijos que el Concello preveía poner en funcionamiento antiguamente de final de año en diferentes puntos de la metrópoli ourensana.
Siete radares fijos, por otra parte de uno móvil, que se instalarán en diferentes barrios de la ciudad como Seixalbo, la Saínza o el intramuros de A Ponte. El objetivo de la instalación de estos radares tiene como objetivo sujetar los accidentes de tráfico al recortar y multar los excesos de velocidad.
En algunas de las carreteras donde se han instalado los radares la velocidad máxima será de 30 kilómetros por hora, mientras que como el instalado en Seixalbo o la entrada por la N-120 serán de 50 kilómetros por hora.
Carta de los radares fijos en Ourense
Consulta en este atlas la ubicación de los radares fijos que controlarán la velocidad en las calles de Ourense: