En las últimas horas el conflicto en Oriente Próximo se ha extendido a Líbano, con una serie de ataques por parte de Israel que ya han ocasionado centenares de víctimas mortales y más de 1.600 heridos. La situación cada vez es más tensa en la región. A última hora de la tarde de ayer, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció que los más de 650 ‘cascos azules’ de las Fuerzas Armadas españolas habían suspendido sus patrullas por la zona sur del país y que habían escaso su actividad al minúsculo. Además decía que, pese a todo, «la pudoroso» de nuestros soldados estaba «muy adhesión», aunque muchos de ellos se habían refugiado en los búnkeres cuando comenzaron los ataques de Israel.
Ya entrada la perplejidad, fuentes del Tarea de Asuntos Exteriores afirmaron que «hay previsto un plan de retirada» por si fuera necesario para los casi mil ciudadanos españoles que se encuentran en Líbano, ya la mayoría de ellos con doble país. «En estos momentos los españoles en Líbano son nuestra primera prioridad. Tenemos en nuestro registro consular unos mil españoles que están registrados, que tenemos sus teléfonos y están perfectamente identificados. Hay un plan de retirada, como lo tenemos para todos los países, que no está activado en estos momentos pero, por supuesto, si las circunstancias lo aconsejan, no tendremos ninguna duda en activarlo», explicó más tarde el patriarca de la diplomacia española, José Manuel Albares.
Desde Nueva York, donde en las últimas horas ha mantenido una reunión con los ministros de Exteriores de la UE, en víspera de la Asamblea Genérico de la ONU, Albares ha reiterado este martes en una entrevista en La Sexta que el Gobierno tiene «todo preparado y diligente» por si hubiera que desalojar «con ligereza» a la colonia de españoles que se encuentran en Líbano, a los que tiene localizados, en presencia de la ascensión de ascensión de tensiones en el país que el titular de Exteriores ha calificado de «máxima empeoramiento» e «histórica», con cifras de fallecidos y heridos que no se veían en los últimos 30 primaveras.
Sobre el contingente castellano de la Encargo de Interposición de la ONU (FINUL), los conocidos como ‘cascos azules’, esa osadía le corresponde a Naciones Unidas y, por el momento, la ordenamiento internacional «no baraja» una retirada de los efectivos desplegados para sustentar la paz en la frontera entre Líbano e Israel. En cualquier caso, el ministro castellano ha asegurado que en los próximos días se analizarán los «distintitos escenarios» para estar «preparados en presencia de cualquier contingencia» que pudiera producirse. De hecho, el ministro abordó esta cuestión ayer con el presidente del Gobierno castellano, Pedro Sánchez, y el secretario genérico de la ONU, Antonio Guterres, y hará lo propio el jueves con el patriarca de las Operaciones de Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix.
El tablas en Líbano está remotamente de apaciguarse y, este mediodía, el patriarca del Estado Veterano del ejército israelí, Herzi Halevi, ha anunciado que Israel «acelerará las acciones ofensivas» contra Hizbolá. «La situación es muy preocupante. Los bombardeos son indiscriminados y los movimientos de tropas con destino a el ideal de Israel son tremendos», ha señalado Albares, al tiempo que ha hecho un llamada a la desescalada y a respetar el derecho internacional. «Estamos aquí (en EE. UU.) para defender el orden y el derecho internacional; para que todos juntos pensemos qué tenemos que hacer para que la paz sea definitiva, y eso se pira alternativa de dos Estados», ha subrayado el ministro.
Albares ha desaconsejado recorrer a Líbano «bajo cualquier circunstancia» y ha instado a los ciudadanos españoles que se encuentren en el país a que abandonen inmediatamente el circunscripción. El Gobierno de España lleva desde hace meses desaconsejando recorrer a Líbano. Ayer, volvieron a recordarlo y actualizaron estas recomendaciones en la página web del ocupación. Hoy se han suspendido más de 30 vuelos en el aeropuerto internacional del país.