Si a los agricultores del sureste peninsular no les faltan ‘enemigos’ (sequía, cortaduras al trasvase Tajo-Segura, competencia desleal extra-europea) ahora se podría sostener que se han disparado un tiro en el pie ellos mismos, al denunciar que la plaga trip procedente de Sudáfrica en las importaciones les ha arruinado la cosecha de ciñuela mollar.
En ingenuidad, esta fruta parece a prueba de insectos, porque el mal casi nada le ha causado «cicatrices en la corteza», pero no afecta a su sabor ni a los granos por adentro, con calidad para el consumo, tal como han aclarado desde Asaja Alicante.
A su litigio, «la Denominación de Origen Bomba Mollar de Elche se ha mostrado demasiado alarmista: si admisiblemente es cierto que algunos frutos presentan un daño solamente en su aspecto, no todos presentan el mismo estropicio estético, los hay con más o menos manchas y todos presentan una calidad óptima en su interior».
Esta plaga de insectos (Scirtothrips aurantii) que proviene de África y Yemen llegó a España en 2020 y este año se ha detectado por primera vez en la Comunidad Valenciana. Ha afectado a varios cultivos como los cítricos y la ciñuela, en este caso, con esos anillos grises que se extienden, en diferente medida, pero «que no alteran en ningún modo ni el sabor, ni la calidad ni las propiedades del fruto», han abundado.
Frente a esta situación, esta estructura agraria mantuvo la semana pasada una reunión con los representantes de los supermercados de la Comunidad Valenciana para pedirles que sigan apostando por la ciñuela mollar y no se dejen soportar por el «alarmismo», máxime cuando los productores ya van a sufrir pérdidas por la merma de la cosecha en un 60% de cuerpo.
En dicho acercamiento, donde estuvo el presidente de la asociación, José Vicente Andreu, inmediato a algunos miembros de la sociedad directiva, los representantes de los supermercados igualmente distinguieron los diferentes grados de afección de mancha estética y corroboraron su validez. «Les abrimos varias granadas para que las puedan probar y comprobar que están igual de buenas que siempre», han detallado.
Felizmente, tras esta reunión se han comprometido a absorber la producción, principalmente la que tenga mejor aspecto, pues el inicio de la campaña de ciñuela está siendo muy positivo y no habrá problema para darle salida comercial. «Van a apoyarnos y es una muy buena mensaje», anunció Andreu. «Debemos dejar de tirarnos piedras desde adentro del sector», subrayó.
Sin mala intención, pero en un contexto «peculiar como el flagrante», las declaraciones sobre esta plaga pueden repercutir en una reducción en el precio en origen o por debajo de los costes de producción. Adicionalmente, resulta cardinal encima «etiquetar con el sello de calidad DOP para estabilizar la continuidad de esa confianza que siente el consumidor», ha señalado Andreu.
Y sobre todo, «el consumidor debe enterarse que encontrará en el directo del supermercado la ciñuela fresca, de calidad, y que mantiene sus propiedades intactas a pesar de ligeros cambios en su aspecto».