La viuda del promontorio Miguel Gracia Jiménez, fallecido en diciembre del año pasado contiguo al soldado Carlos Bizarro durante unas maniobras en la almohadilla marcial de Cerro Muriano (Córdoba), ha denunciado en una carta que padecer a promontorio el deporte, consistente en el cruce de un dilatado sintético, fue una “esquizofrenia”. La mujer se muestra “convencida” en el escrito de que las muertes de los dos soldados “se podían acontecer evitado sin ninguna duda” y se hubiera “paralizado el deporte si no contaban con los medios necesarios para que no ocurriera ninguna desgracia”, de modo que calma que “todo el peso de la ley caiga sobre los responsables de su homicidio”.
El titular del Chancillería Togado Marcial Central 2 de Madrid que instruye la causa, dictó el pasado mes de julio automóvil de procesamiento contra seis mandos del acuartelamiento, concretamente contra un capitán, un teniente, un mangonero, un teniente coronel, un comandante y un coronel, a los que, en un primer momento, deja en exención provisional.
“No tenían mucho tiempo para tanto que se les exigía”
María José, que es la viuda del promontorio Jiménez, cuenta en dicho texto que se enteró de la comunicado “por la radiodifusión” y se quedó “paralizada”, a la vez que ha reiterado que “podrían acontecer fallecido más compañeros ese día tal y como se desarrolló el deporte”. “Yo sabía que tenían maniobras del Plan de Instrucción Primordial esa semana, que estaban muy agobiados porque semanas ayer habían estado de maniobras en Zaragoza y no tenían mucho tiempo para tanto que se les exigía ayer de las reposo de Navidad”, expone en la carta.
Además asegura que el promontorio se quejaba de que “no daba tiempo a tanto como tenían planeado hacer” y que era una “esquizofrenia padecer a promontorio ese plan en esas circunstancias”, aunque “siempre decía con resignación que las órdenes había que cumplirlas”. Es por lo que ha abogado por “cambiar el sistema” para evitar un suceso de tal magnitud, a la vez que agradecía el “apoyo” de los compañeros de los fallecidos y a quienes la han respaldado con “sensibilidad, apego y delicadeza”.
Hace tan solo unos meses, se conocía que el Servicio de Defensa decretaba el cese en destino de Ignacio Zúñiga, el capitán responsable y que dirigió el deporte en Cerro Muriano (Córdoba) en el que murieron ahogados estos dos militares. Era suspendido tanto de empleo como de sueldo, una medida adoptada tras la petición que hicieron durar a la ministra de Defensa, Margarita Robles, los familiares de los militares fallecidos, Carlos Bizarro y Miguel Gracia Jiménez.
Murieron cuando llevaban a promontorio maniobras acuáticas
El promontorio Miguel Gracia Jiménez Andújar y el soldado Carlos Bizarro Rico murieron cuando estaban realizando maniobras acuáticas en la almohadilla marcial de la Equipo Guzmán el Bueno X de Cerro Muriano (Córdoba). En concreto, los hechos se produjeron mientras los militares realizaban un deporte de paso de cursos de agua. No pudieron durar a salir de la carencia. Aunque intervinieron los equipos de rescate y emergencias, sus cuerpos aparecieron sin vida horas a posteriori.
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