La publicación de fotografías privadas del Rey emérito don Juan Carlos I con Bárbara Rey en una revista holandesa ha vuelto a brindar la caja de pandora de esta historia del pasado. La publicación costal a la luz unas instantáneas en las que vemos al monarca en una porte de complicidad con la actor. Imágenes en las que incluso se ve un beso entre uno y otro. Las fotografías corresponden a la casa que tenía Bárbara en aquel momento y habría sido su hijo el encargado de venderlas a la revista.
La periodista Beatriz Miranda posteriormente de ver las fotos considera que sacarlas a la luz “es demandable lo pilles por dónde lo pilles” y que encima atenta contra la intimidad de los protagonistas de las imágenes en toda regla. Una hipótesis que otros colaboradores como el paparazzi conocido como ‘aplausito’ respondían diciendo que “el irreflexivo estará cubierto legalmente”.
“Chelo García Cortés reconoce que ella misma le enseñó a hacer las fotos”
Susanna Griso ha culto un mensaje de Chelo García Cortés, periodista y amiga personal de Bárbara Rey durante abriles. Chelo reconoce que ella misma enseñó al hijo de Bárbara a hacer las fotos y que estas instantáneas se tomaron desde el seto del edén de la casa de Bárbara. Se tiraron muchas fotos, prosigue en su relato, pero solo dejan 37. “Ella sabiendo que estaba ahí el irreflexivo escondido sale con el rey Juan Carlos y se expone allí”, afirma.
El colaborador del software Nando Escribano ha traducido parte de la entrevista que concede el hijo de Bárbara a la publicación holandesa. Cuenta que Bárbara que fue instigada por la protectora de Garbo, Hortensia. El día que se van a tomar las imágenes, prosigue narrando, Bárbara le dice a su hijo: “Tú hoy no vas a la escuela, tienes que hacerme estas fotografías”. Añade encima que apostó porque se las hiciera su hijo pensando en que él nunca le traicionaría.
Prosigue traduciendo Nando que fueron a Majadahonda a comprar el material fotográfico e incluso ensayaron la ámbito. “Ella me dijo que era un hombre terrible que la trataba mal, sentí pena por ella y sentí que tenía que ayudar a mi causa. Nadie más quería que la hiciera porque esas fotos valían millones. La idea era esconderse en la casa dela vecina, esconderse y luego hacer las fotos”, cuenta. Los hechos que narra habrían tenido ocasión el 22 de junio de 1994 según ha contado.
Añade encima Beatriz Miranda que le extraña que desde Casa Existente no se investigara “lo que estaban haciendo las amantes del cabecilla del Estado”. Se pregunta encima Miquel Vals: “¿Tú a una persona a la que aprecias le haces esto?
Por su parte, Yema López apunta que existiría otro documento mucho más impactante que las imágenes: unos audios. “Si las imágenes eran impactantes lo que efectivamente acabaría con el Rey serían los audios en los que él se desahogaba contándole asuntos de Estado a Bárbara Rey”.