de estar en el corredor de la muerte en Filipinas a conseguir la libertad condicional en España 27 años después


La vida de Francisco Larrañaga ha acaparado titulares durante primaveras. Hijo de un expelotari vasco, Manuel Larrañaga y de raíz filipina, Margarita González, su arresto tuvo lado hace más de vigésimo primaveras y dos de ellos los pasó en el corredor de la crimen. Fue dibujado de homicidio y violación en Filipinas y condenado a sucumbir por inyección venenoso, hasta que su pena fue conmutada por condena perpetua. En 2009, lo trasladaron a una prisión del País Vasco.


Francisco Larrañaga durante su presentación a Madrid


reuters

Después, le concedieron un segundo escalón penitenciario que le permitía salir a formarse o trabajar. Pero durante todo ese tiempo su caso no estuvo exento de controversias. Y con el paso de los primaveras, se hizo la película ‘Ríndete mañana’ (Give up tomorrow) basada en este incidente y en el que se indica que se urdió un complot contra él. Ahora, la Audiencia Franquista le ha concedido la facilidad condicional, según fuentes que han hablado con Europa Press.

Su historia comienza en 1997, cuando varios policías se presentaron en la escuela de hostelería de Manila, en Filipinas, donde estudiaba. Le acusaron del homicidio, violación y secuestro de dos hermanas de buena tribu. Los policías acudieron a una índice de jóvenes condenados por pequeñas faltas donde encontraron su nombre. Abriles detrás, Larrañaga estuvo involucrado en una pelea a las puertas de su colegio.

Tenía 19 primaveras cuando fue dibujado, cercano a otros siete hombres, de este crimen, e internado en la prisión de New Bilibid, la maduro penitenciaria del sureste oriental. Según la defensa el proceso que siguió estuvo «plagado de irregularidades». Larrañaga que se ha pasado media vida en prisión, siempre defendió su inocencia.

Las claves del caso de Francisco Larrañaga

Según la documentación del caso los hechos ocurrieron el 16 de mayo de 1997, cuando ocho sospechosos detuvieron su coche frente a una parada de autobús donde estaban las chicas. Las hermanas Chiong, de 19 y 21 primaveras, fueron forzadas a subir al coche de los agresores. Las autoridades describieron los hechos como una «orgía de vejaciones».

A una de ellas la obligaron a danzar y le arrancaron la ropa para violarla. Luego, se deshicieron del cuerpo arrojándolo por un barranco. Mientras que la segunda hermana fue igualmente violada y su cuerpo desapareció sin dejar pista. La brutalidad de los hechos hizo que la opinión pública presionara para que a los agresores se les castigara con una condena severa.

La delación se sustentó en el afirmación de David Robusto Rusia, un delincuente que afirmaba que había participado en el secuestro, pero no en el homicidio. A Robusto por señalar a los culpables se le concedió la inmunidad.

Larrañaga durante el proceso sostuvo que él estaba en la isla de Luzón, a 300 kilómetros de la isla de Cebú, donde produjo el caso. La defensa de Larrañaga llegó a presentar 35 testigos y las listas de pasajeros de las compañías aéreas que cubrían la ruta entre ambas islas para demostrar que Larrañaga no estaba en el lado del suceso. Pero el sentenciador instructor consideró que el dibujado podría sobrevenir volado en avión privado. Los aeropuertos indicaron que ese planeo no se produjo.

Florencio Omaña Villarín, ex director regional del NBI, que es como el FBI filipino, llegó a señalar que sus investigaciones apuntaban a un especie de narcotraficantes. Al tiempo que al único cuerpo hallado, la defensa señaló que no le habían practicado las pruebas de ADN.

Larrañaga recibió una sentencia de dos cadenas perpetuas, sin requisa, el Tribunal Supremo de Filipinas tras revisar el parecer, conmutó una de las cadenas por pena de crimen. Hasta que Filipinas abolió la pena de crimen en 2006. En mayo de 2007, España firmó con Filipinas un acuerdo sobre traslado de condenados que entró en vigor a finales de 2007.

Larrañaga, durante su tiempo en el corredor de la crimen, llegó a resolver a XLSemanal que intentó distraerse. «Buscaba motivos para proceder y pensar en las personas que te quieren y que te apoyan. Siempre he dicho que no tenía miedo a la crimen, porque sabía que me iba a encontrar con el demiurgo al ser inocente, pero me dolía lo que iba a sufrir mi tribu», apuntaba.

Y cuando los redactores de Vocento le preguntaron en 2021 qué iba hacer cuando fuera totalmente independiente contestó: «Quiero hacer el Camino de Santiago. Me gustaría hacerlo solo, poder caminar por el día, por la perplejidad, pensar. Aún guardo la camisa que llevaba el 16 de julio de 1997, cuando se cometieron los crímenes a cientos de kilómetros de donde yo estaba. Quiero quemarla cuando llegue a Santiago». Actualmente, pese a su facilidad condicional, Larrañaga no va a terminar de completar su condena hasta el 28 de septiembre de 2034.

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