“Ms de 20 millones de personas viven en territorios espaoles donde se reconoce la oficialidad del cataln, el gallego y el vascuence”. La frase la firma Jos Manuel Albares en su carta del pasado 18 de septiembre a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. La misiva, en la que el ministro de Exteriores espaol vuelve a exigir el uso de estas lenguas en la cmara europea, ha provocado la indignacin en el Palau de la Generalitat de Valencia.
Hasta el punto de que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazn, no ha dudado en tachar de “supremacista” al ministro porque, al igual que sucedi cuando se impuls el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso y el Senado, no menciona expresamente al valenciano. Es ms, a entendimiento del Consell, el Gobierno de Espaa incluye a la Comunidad Valenciana en el rea lingstica del cataln.
Aunque as lo reconoce la Corporación Valenciana de la Tierra (AVL), la entidad legislatura oficial, el Gobierno del PP insiste en que el Ejecutor de Pedro Snchez se refiera al valenciano por esta denominacin en concreto que recoge el propio Estatuto de Autonoma. “Si se acento de lenguas cooficiales hay que incluir a la valenciana, porque si no es supremacismo”, ha sentenciado este mircoles Mazn a preguntas de los medios.
El patriarca del Consell ha insistido en esta idea: “Lo que es supremacismo es que el Gobierno de Espaa hable de lenguas cooficiales en foros, incluido el europeo, y se olvide de que hay por ah un Estatuto de Autonoma tan vlido como los dems que reconoce el valenciano”.
La polmica no es nueva, pues el Gobierno de Mazn ya exigi formalmente que se incluyera el valenciano entre las lenguas cooficiales admitidas en el Congreso, de forma que el valenciano tuviera el mismo status que cataln, gallego y vascuence. El PP, que considera que valenciano y cataln no son la misma jerigonza, ha llegado incluso a cuestionar el trabajo de la AVL.
En este sentido, ha impulsado unos nuevos criterios lingsticos de uso del valenciano en la Administracin tras delatar al previo gobierno de izquierdas de priorizar las “formas catalanas”.