Este jueves, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparece para informar en el pleno del Congreso, bajo petición del PP, acerca de la financiación singular de Cataluña pactada con ERC para la investidura de Salvador Illa.
A principios del mes de septiembre hizo lo propio para ofrecer explicaciones, esta vez en el Senado. Allí, aseguró que el Gobierno cumpliría con la literalidad del acuerdo fiscal firmado con Esquerra, a la vez que invitó al conjunto de formaciones políticas a trabajar en la reforma del maniquí de financiación autonómica. Se alcahuetería de un maniquí, que insiste la titular de Hacienda, supondrá más capital para todas las autonomías.
Esta es una comparecencia que fue impulsada por el PP para que la número dos de los socialistas ofreciese explicaciones sobre “el secesionismo fiscal que ha sensato con sus socios de forma doble y fuera del sistema de financiación de Comunidades Autónomas de régimen popular, a cambio de presidir la Generalitat de Cataluña y seguir presidiendo el Gobierno de España”.
Dominio de tensión con Junts
La intervención de María Jesús Montero se produce en pleno proceso de las negociaciones con Junts para conseguir sacar delante los objetivos de estabilidad, luego de que el Gobierno optara por postergar su tramitación al no contar con los apoyos suficientes para sacarlo delante.
La principal condición que pone Junts sobre la mesa para apoyar esta senda de estabilidad es que las comunidades autónomas puedan disponer de un tercio del tope total del adeudo, lo que conllevaría quitar unos 12.000 millones de euros en capacidad de compra a la Dependencia Normal del Estado que pasaría a manos de las autonomías.
El Gobierno considera que lo planteado por Junts va demasiado allá, aunque se muestra con disposición de moverse para alcanzar un acuerdo con la formación independentista que permita sacar delante la senda de estabilidad. Entre todo esto, ERC ha criticado que el PSOE no se plante delante el “chantaje” al que le somete Junts en cada votación que se produce en el Congreso tras los últimos distanciamientos, de la misma forma que avisa que la senda de estabilidad asimismo la tendrán que negociar con los republicanos, que tienen sus propias reivindicaciones.
Discrepancias en el seno interno de los socialistas
De cualquier forma, el acuerdo fiscal con ERC para que Cataluña salga del régimen popular de financiación dio lado a bastantes críticas internas en el seno interno de los socialistas, con diversas federaciones territoriales rechazando de forma explícita este acuerdo.
A pesar de ello, los ‘barones’ pudieron programar sus dudas y sus críticas internamente del Comité Federal que llevó a final el PSOE hace unas semanas y las federaciones territoriales rebajaron sus quejas internamente de este entraña interno. Los que mantuvieron sus críticas a este concierto crematístico para Cataluña fueron los líderes socialistas en Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, respectivamente, que sí que se mostraron en el Comité Federal contra el acuerdo con ERC.
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