La Serna del Monte, la ‘aldea’ que se esfuerza en crecer y ser más joven


Con poco más de 108 habitantes y una superficie de 5 kilómetros cuadrados, es difícil que La Serna del Monte, situada en la montaña, no se limite a ser un pueblo más y desconocido del Madrid vaciado. Sin embargo, en apenas tres años, el número de vecinos de este municipio situado a pocos minutos de Buitrago de Lozoya ha crecido un 24%; pero, además, tiene una peculiaridad que lo diferencia del resto de pueblos de pocos habitantes. No hay exceso de gente mayor ni de jóvenes y la única persona mayor del pueblo tiene 84 años.

Vivir en La Serna del Monte no se acerca ni de lejos a cómo se percibe la convivencia en un pequeño barrio de cualquier distrito de la capital, ni siquiera en las urbanizaciones residenciales. Separada de Madrid por 40 minutos en coche, sus habitantes son lo más parecido a una familia. Gobernar el pueblo es, como indica su alcaldesa, Mónica Gutiérrez, “como gestionar la propia casa”. En 2020, el número de habitantes de esta localidad era de 87, hoy alberga a 108. La mencionada realidad, ni exceso de juventud ni vejez, tiene sus ventajas. Este fenómeno demográfico ha traído consigo una inversión de un millón de euros, dentro del Programa Regional de Inversiones 2022-2023, para la construcción de cinco nuevas viviendas sociales.

Según el Ministerio de Presidencia, Justicia y Administración Local, que dirige Miguel Ángel García, desde la pandemia de la Covid-19 se ha roto la tendencia de aglutinación en los centros urbanos, subiendo el precio de la vida en los pueblos. Ya no son sólo un lugar donde pasar los fines de semana fuera de la capital, sino que incluso hay quien viene para quedarse.

Yoga, coworking y wifi

La cercanía de sus habitantes, tanto entre ellos como con la administración, es lo que ha permitido que esta demanda de vivienda nueva, una de las principales peticiones que los vecinos hacen al alcalde, sea escuchada. «Es bonito estar aquí porque al final tienes contacto con tus vecinos. Al final todo el mundo tiene algo que decirte, que lo puedas solucionar o no es otra cuestión. Pero, gracias a que sabes cómo es cada persona y cuáles son sus inquietudes, cuando te llegan peticiones en las que dudas sobre cómo actuar y dónde ponerlas, ya tienes la cara de la persona con la que puedes hablar”, afirma el concejal.

El ayuntamiento también trabaja hoy en recursos no sólo para los habitantes actuales, sino también para los que puedan llegar próximamente. Entre ellas está la ampliación del centro cultural, la incorporación de actividades de ocio como talleres de costura y clases de pilates y yoga o la dotación de una sala de ‘coworking’ que proporciona conexión a internet y material electrónico para que aquellos cuyos hogares sean pequeños puedan encontrar un ubicarse sin problemas en la red, ya que según Gutiérrez la cobertura es escasa.

El turismo es el principal sustento de la localidad, no sólo por su ubicación, sino también por la estancia de tránsito hacia otros municipios aledaños, que cuentan con una gran oferta cultural o gastronómica. El concejal presume de las “vistas espectaculares” del restaurante de la localidad, además de las rutas organizadas para dar a conocer el territorio y la naturaleza de La Serna del Monte.

Con ellos también comparte historia y un sentimiento de hermandad. Esta localidad no puede ofrecer ciertos servicios públicos esenciales para brindar un servicio de calidad en educación y salud. Sin embargo, para ello cuenta con los pueblos adyacentes. “Contar unos con otros cuando se necesita algo es muy bonito”, afirma el alcalde. Así, la educación primaria pertenece al colegio municipal de Buitrago de Lozoya, pero en La Serna cuentan con una consulta de atención temprana, aunque su centro de salud también pertenece a la localidad vecina.

plan joven

El Gobierno regional pretende llenar de jóvenes los pequeños pueblos para luchar contra el fenómeno de la despoblación. De esta forma, se prevé apoyar a estos municipios beneficiando a personas menores de 35 años que ya residen en la Comunidad y se desplazan a alguna de las 73 localidades de menos de 2.500 habitantes.

Entre todas estas facilidades específicas de la Comunidad de Madrid, según informa este diario, se encuentra una deducción en el IRPF, una deducción por adquisición o rehabilitación de vivienda habitual y una nueva bonificación por adquisición de vivienda habitual. Y todo esto puede sumar; Un joven que traslade su residencia habitual a uno de estos pueblos vaciados podrá acogerse a las tres medidas.

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