La adormidera, el cultivo «de moda» que lidera Castilla-La Mancha esencial para la industria farmacéutica


Castilla la Mancha Es conocida por ser el viñedo más grande del mundo, por liderar la extensión y producción de pistacho a nivel nacional y por ser una de la segunda comunidad de España, después de Andalucía, en olivar. Pero, lo que mucha gente no sabe es que esta región es líder en otro cultivo que, aunque menos conocido por no estar en el sector agroalimentario, es fundamental para la industria farmacéutica.

Se trata de la amapola o amapola real, una planta herbácea de la familia de las Papaveráceas que se cultiva desde hace miles de años. Su cultivo, procedente de Asia, se inició en España en 1973 por la empresa Acaliber SA, única empresa autorizada para su explotación a nivel nacional y que cuenta con dos centros de referencia en Castilla-La Mancha en Toledo y Albacete. Esta empresa lidera la producción mundial de morfina y codeína, y es una de las mayores productoras, con cuotas de mercado del 25/30%, de materias primas como la tebaína y la oripavina, que se utilizan para fabricar medicamentos para el tratamiento de desintoxicación de drogas o sobredosis.

Su nombre ha pasado a primer plano recientemente, al considerar la Gobierno de Castilla-La Mancha la posibilidad de incluir este cultivo dentro de los regímenes ecológicos de la nueva PAC (Política Agrícola Común de la Unión Europea). De ser así, los agricultores que trabajen con él en la rotación de cultivos de sus fincas podrían recibir ayuda para ello como “mejorador” de otras plantaciones, junto con oleaginosas y otras.

“Las perspectivas son bastante prometedoras”, dijo a torrevieja news today. Ramón Sáez, delegado de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades en Albacetedonde la adormidera tiene más presencia dentro de la comunidad autónoma, en la que este cultivo alcanza unas 7.000 hectáreas, de las que 5.800 corresponden a la provincia en la que tiene sus competencias y el resto entre las de Ciudad Real y Toledo.

“Mejorando” el cultivo

“Un cultivo mejorador es aquel que participa de manera excelente en la alternativa y rotación de cultivos en las explotaciones, favoreciendo la movilización de nutrientes, lo que supone una mejora en las características del suelo y su fertilidad y aportando numerosos beneficios”, explica Sáez. , que recuerda que en la nueva PAC, que entró en vigor el 1 de enero de 2023, se identificaron una serie de especies mejoradas dentro de la categoría de cultivos oleaginosos, como el girasol, la colza, la soja, la camelina y el cártamo, pero quedaron fuera de esta lista la amapola. Por ello, Agricultura asumió el compromiso de estudiar la encajabilidad de la adormidera en este tipo de cultivos.

La adormidera es un cultivo de regadío que consume entre 3.500 y 4.500 metros cúbicos de agua por hectáreacantidades muy similares a las del trigo o la cebada, según el delegado de Agricultura en Albacete, quien habla de este sector como “estratégico” para la industria farmacéutica, ya que entre sus usos se encuentra la extracción de morfina, codeína y otros opiáceos. .

Es en Albacete donde la empresa Alcaliber puso la mira en instalar allí su centro de transformación de amapola, además de una planta de procesamiento y extracción en Toledo, siendo las únicas instalaciones que tiene en España. La empresa también cuenta con un laboratorio de I+D+i en Castilla-La Mancha donde investigan diferentes variedades de este cultivo y desarrollan mejoras genéticas.

Centro de referencia de Alcaliber SA en Toledo

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«Siendo el producto que es, la amapola pasa por los controles obligatorios de seguridad y control de la industria farmacéutica, el Agencia de Medicamentos y Ministerio de Salud. Posiblemente sea el cultivo más controlado del mundo porque se considera un estupefaciente”, subraya. Fernando Martín, director agrícola de Alcaliberuna empresa que celebra ahora medio siglo y 25 años de la creación de su centro en Albacete.

«Llevamos mucho tiempo en Castilla-La Mancha y hemos pasado un poco desapercibidos. Somos muy buenos técnicos de campo, pero somos muy malos vendedores. “Nos dedicamos a lo nuestro y no tanto a darnos publicidad”, dice Martín con una mezcla de queja y orgullo. “Quizás eso empiece a cambiar a partir de ahora”, concluye.

Quien también conoce perfectamente las peculiaridades de la amapola es Francisco García-Suelto, agricultor experimentado y miembro de Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) que trabaja con este cultivo en La Puebla de Montalbán (Toledo). Según explica, tiene dos tipos de usos: la paja de amapola, que se refiere a todas las partes de la planta de amapola después del corte, lleva dos productos, por un lado, la parte donde se extraen los alcaloides, que se utiliza para la producción de morfina, codeína y algunas otras y cuyo destino es íntegramente la industria farmacéutica; y, además, se tiene el aprovechamiento de la semilla que se vende en países como Alemania para alimentación, para panes y dulces, y otra parte de la semilla que se destina a la posterior siembra.

Otros usos de la amapola

Además, los restos también se utilizan para hacer fertilizantes porque tienen mucha materia orgánica y potasio. “Es decir, es una planta de la que se aprovecha todo”, subraya García-Suelto, quien destaca que la adormidera mantiene “buenos precios dependiendo de las variedades, ya que hay algunas que son más productivas y otras menos”. Así, indica que La paja de adormidera con una humedad inferior al 10% cobra aproximadamente 1,35 euros por kilo para las menos productivas y 1,19 para las más productivas.precios en origen al agricultor, aunque posteriormente el precio baja en función de la humedad y las impurezas.

Cultivo extensivo de amapola en una finca de Castilla-La Mancha

Francisco J. García-Suelto Huerta

También destaca el uso de la adormidera como alternativa a otros cultivos, ya que está “mejorando porque tiene una raíz pivotante que extrae los nutrientes de lo profundo del suelo. En la rotación conviene alternar el tipo de raíces, la pivotantes con los fasciculados, de esta forma, asegura, “se mejoran las características del suelo y su fertilidad y se aportan estos nutrientes al siguiente cultivo y hay menos necesidad de fertilización”. “Mejora la estructura del suelo, porque tiene mucha materia orgánica, y la porosidad y hace que los siguientes cultivos sean más productivos”.

“Normalmente se rota con cualquier cultivo, pero es más común con trigo, cebada, con cualquier tipo de cereal, cultivos con raíces fasciculadas, para que aprovechen los nutrientes”, comenta el productor de amapola, quien relata que en Castilla -La Mancha se siembra entre noviembre y enero, aunque generalmente en Toledo se suele empezar a sembrar en enero y su cosecha es a finales de junio y principios de julio.

Sin duda, el momento más llamativo es su floración a partir de mediados de mayo, cuando los campos se llenan de los bulbos de esta planta, coronada por una flor que al estalla tiñe el paisaje de un manto violeta, rojo y blanco. Es entonces cuando aparecen los cultivadores de amapola o “vampiros del opio”, personas que, procedentes de diferentes partes, recorren durante esas fechas las zonas donde crece silvestre la amapola blanca (Papaver somniferum) para recolectar el látex que se extrae de su bulbo del que se extrae el opio. se produce, que poco tiene que ver con la variedad ‘nigum’, cuyo cultivo está autorizado por las autoridades sanitarias.

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