La Comunidad de Madrid tendrá su propio Derecho de Familia. Sí, plural, familias con ‘s’. Es una de las prioridades de Isabel Díaz Ayuso en su primera legislatura con mayoría absoluta, pero, a diferencia de lo que intentó hacer la ministra Ione Belarra con la ley nacional, la presidenta regional no tiene intención de definir 16 tipos de familias, ni pretende diluir el papel de los padres en la educación de sus hijos, sino todo lo contrario. La ley madrileña reforzará el papel de los padres en todos los ámbitos y, en el proceso, protegerá los derechos de los abuelos como colaboradores necesarios.
Hace casi un año, el Gobierno de Sánchez tenía sobre la mesa el proyecto de Ley de Familia, cuyo autor intelectual era Belarra. “Ya no hay familia, sino familias, en plural”, decía ese borrador, según informó torrevieja news today. Y a partir de ahí desplegó todo un catálogo de apellidos, hasta 16: “transnacionales”, “interculturales”, “biparentales”, “reconstituidos”, “retornados”, “jóvenes”, “monoparentales”… Desde el Ministerio de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, que dirige Ana Dávila, ya se está preparando una ley a la que han denominado Ley de Familia, aunque su nombre formal será “ley de protección integral de la familia”. En el Gobierno de Ayuso se habla de familia sin más, y como mucho se añade el adjetivo de numerosa o monoparental.
La elaboración del borrador ya ha comenzado, pero el camino hacia su aprobación aún es largo, aunque la mayoría absoluta del PP eliminará cualquier tipo de traba parlamentaria. Los padres y abuelos son protagonistas de esta ley, que garantizará el respeto a la libertad familiar y la autonomía en la educación de los hijos, “frente a los poderes públicos, que tendrán carácter subsidiario”. Es decir, todo lo contrario de lo que pretendían el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, que daban preferencia absoluta a los poderes públicos. “No podemos pensar de ninguna manera que los hijos sean de sus padres”, llegó a decir la entonces portavoz, Isabel Celaá.
En la ley de Ayuso se reconocerá a los abuelos como sujetos de derechos, y se destacará su función como “pilar fundamental del núcleo familiar”. Serán considerados colaboradores de los padres en la educación de sus hijos en la transmisión de valores, conocimientos, tradiciones y experiencias. Con esta norma, la Comunidad quiere promover y facilitar “el ejercicio del derecho de los abuelos a tratar y visitar a sus nietos y a participar en su vida en los términos establecidos por la ley”. Esta Ley de Familia incluirá a los abuelos entre los beneficiarios de los servicios y programas de apoyo preventivo y reparador de la Comunidad de Madrid. Además, valorará preferentemente la permanencia de los nietos con los abuelos, en los casos en que la patria potestad no pueda ser ejercida por los padres, “cuando ello sea compatible con el interés superior del menor”.
ayuda al parto
El apoyo a la familia y al nacimiento es uno de los principales objetivos del Gobierno de Ayuso. En los próximos meses se activarán diversas medidas de ayuda. Así, a partir del 1 de enero, la Comunidad facilitará una ayuda de 1.800 por niño nacido, tanto en los nacimientos múltiples como en los casos de adopciones múltiples. Cada familia recibirá en un pago único 3.600 euros en el caso de nacimiento o adopción de dos hijos, 5.400 si son tres y 7.200 si son cuatro. Esta aportación se podrá acumular, si se cumplen los requisitos, con la ayuda de 500 euros por hijo que reciben las mujeres embarazadas menores de 30 años a partir de la semana 21 de embarazo, así como los adoptantes, y hasta que el niño cumpla dos años. En total, son 14.500 euros por niño.
Hay otras ayudas, de hasta 5.000 euros anuales por niño, para familias de acogida, temporales o permanentes, que tengan que hacer frente a gastos extraordinarios. Se trata de una convocatoria abierta que permite justificar los gastos realizados a lo largo de 2023. Esta medida tiene como objetivo abordar tratamientos o pruebas de salud que no están cubiertos por el sistema público de salud, o tratamientos pedagógicos y logopédicos.
Para los mayores también hay novedades. Habrá un nuevo modelo de atención, basado en la libertad de elegir dónde quieren vivir y en el apoyo contra la soledad. Se pretende que las personas mayores puedan decidir si se quedan en casa con todos los servicios que necesitan o viven en una residencia. La teleasistencia se reforzará con más terminales y dispositivos periféricos como detectores de fuego y humo, gas, caídas, movilidad o pasividad, sensores de puertas, teléfonos y tablets adaptados. Precisamente, la Comunidad creará el primer Cuerpo de Jóvenes Voluntarios de la región para acompañar a las personas mayores a través de llamadas y visitas a sus hogares o residencias donde viven.
Por otro lado, el tratamiento de la adicción tecnológica ha subido en el ‘ranking’ de prioridades regionales. La Comunidad ampliará el servicio con equipos itinerantes en los municipios. La duración es de tres a seis meses, y está dirigido a adolescentes y padres.