El presidente de la Generalitat vuelve a avisar a Sánchez: “Que todo el mundo tenga claro, la amnistía por sí sola no resuelve el conflicto”
Aprovechando el sexto aniversario del 1-O, el independentismo ha comenzado a perfilar los detalles de las exigencias que hará a Pedro Sánchez tan pronto como la negociación de investidura entre en su fase final.
En un acto muy desalmado -sólo se reunieron 4.500 personas en el acto principal para conmemorar el referéndum ilegal de 2017 y un millar, en la manifestación previamente organizada por la ANC-, el presidente de la Generalitat, Pere Aragónha llamado a poner a prueba al Estado con el objetivo de lograr un nuevo referéndum cuyo resultado sea respetado y aplicado.
Haciendo caso omiso del cada vez menor apoyo callejero a los postulados separatistas -la última Diada sólo reunió a 115.000 independentistas en Barcelona- y consciente del valor de sus votos en el Congreso, el jefe del Ejecutivo catalán ha profundizado así en la estrategia acordada entre ERC y Junts en el Parlament, donde el viernes aprobaron una moción conjunta que proponía la sustitución del 1-O por un nuevo referéndum pactado con el Estado.
Este 1 de octubre, el independentismo vuelve a mirar al futuro, la presidentepara reivindicar la unidad recuperada del secesionismo después de mucho tiempo y reclamar firmeza en la negociación con el Estado para hacer realidad lo que en un principio parece imposible.
Que todo el mundo quede claro: la amnistía por sí sola no resuelve el conflicto. El referéndum está en el centro de la resolución del conflicto, ha subrayado Aragón para volver a aclarar al presidente del Gobierno en funciones que no se conformará con la concesión de la medida de gracia para anular las sentencias del procés y lograr el libre retorno de los fugitivos, pero, para ser reelegido, también le exigirá comprometerse a abrir una negociación sobre un referéndum de autodeterminación, acordado y, por tanto, comparable internacionalmente.
Los ciudadanos de Cataluña quieren que se reconozca su voto. Si realmente el Gobierno del Estado quiere resolver el conflicto de soberanía con Cataluña tiene que atender esta demanda, ha insistido Aragonés en un comunicado institucional pronunciado desde la localidad barcelonesa de Fonollosa, donde la Guardia Civil intervino para abortar la votación secesionista de 2017.
El líder de ERC ha señalado este nuevo referéndum como la estación final del camino iniciado hace dos años, cuando consiguió que Sánchez concediera los indultos. Ha instado al republicano a dar un paso definitivo que impida que nadie más vaya a prisión y que los ciudadanos de Cataluña voten en libertad.
“No subestimes la fuerza del pueblo”
Puigdemont también ha reivindicado su cuota de protagonismo en el aniversario del 1-O y ha pedido no subestimar la fuerza del pueblo de Cataluña. Alcanzaremos la independencia, sólo tenemos que decidir aplicarla. Nadie tiene derecho a negarlo ni a amenazarnos, ha proclamado telemáticamente el prófugo de la Justicia ante el reducido pero fiel público que le escuchaba desde la plaza de Cataluña.
Una vez más, la voz más beligerante ha sido la del presidente del ANC, Dolors Feliuque ha vuelto a pedir a los partidos secesionistas que promuevan otra declaración unilateral de independencia en el Parlamento tan pronto como se conceda la amnistía.
La independencia se consigue en Cataluña, no en Madrid y, si los partidos no saben cómo hacerlo, el Gobierno debe convocar elecciones. Ha pedido, como ya hizo el 11-S, un Feliu que no esté en la situación de sus antecesores en el cargo, y que no esté siendo excesivamente escuchado por ERC y Junts, empeñados como están en controlar la subasta de sus votos.