la Policía alerta de que el 60% son ya menores y del descontrol de la venta de machetes en Madrid


Un pandillero de 16 años relacionado con los Trinitarios camina con su novia por el centro comercial Islazul, ajeno a las miradas indiscretas. Un integrante de Dominicana No Juega (DDP) de 18 años los sigue desde hace un tiempo. Ambos se conocen, han sido compañeros de instituto y el menor, como declarará más tarde el mayor, se ha hecho la vida imposible fuera y dentro de las aulas. Tanto es así que el afectado se habría unido a la banda rival con el objetivo de ajustar cuentas con sus acosadores. Uno de ellos está a sólo unos pasos, desprevenido, una oportunidad perfecta para ajustar cuentas. El atacante no lo duda, entra en una gran armería y compra un bolomachete con una hoja de 50 centímetros.

Una vez afuera, sólo el intercambio de miradas fue el detonante que desató el terrible ataque: el DDP lo apuñaló en la pierna con un cuchillo tal que la víctima pudo salvarla gracias a un torniquete de emergencia. El enorme machete, aún cubierto de sangre, fue dejado tirado en la calle por el agresor, quien fue detenido al día siguiente y acusado de lesiones y pertenencia a organización criminal. El imputado sólo debía presentar su identificación de mayor de edad en la armería, pagar y salir a cazar; Este cuchillo ya lo tenía en su poder, sin necesidad de cumplir ningún otro requisito ni argumentar por su uso futuro.

Casos como este se han repetido con demasiada frecuencia y durante demasiado tiempo en Madrid. Por ello, expertos del policia nacional Quieren que se cambie la normativa actual y que la adquisición de estos objetos quede reflejada en un libro registro oficial, con nombres y apellidos, algo que ahora no es necesario. Es más, sólo necesitas acreditar que eres mayor de 18 años. Pero, además, y así lo han trasladado oficialmente a la Fiscalía y al Departamento del Interior, creen imprescindible que, aunque no consideran que sea necesario estar en posesión de una licencia de armas, como sí ocurre con armas de fuego, es necesario justificar su uso. Por ejemplo, y en este caso de machetes de gran tamaño, que se dedican a la agricultura o el destino del producto es el uso en artes escénicas. Es lógico que un joven adolescente no necesite un cuchillo con una hoja de ese calibre y letalidad en su vida diaria.

Este problema es aún mayor cuando se suma el ápice de la corta edad de estos pandilleros. Si antes de la pandemia los menores que formaban parte de estas organizaciones criminales (como las cataloga el Tribunal Supremo) constituían el 20% y luego pasaron a ser el 32%, inmediatamente después, en 2021, crecieron hasta cuatro de cada diez.

Bolomachetes incautados recientemente en Madrid

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Pero esta tendencia está aumentando. Según ha podido saber torrevieja news today, en Madrid los menores suponen actualmente el 60% de los integrantes de estos colectivos, especialmente en el DDP y Trinitarios. Alrededor del 80% del total son españoles de nacimiento o naturalizados.

Recuperación después de la pandemia

El repunte llegó incluso al 68%, pero ahora se ha estabilizado en seis sobre diez. Las razones para explicar esta preocupante espiral son dos: la pandemia y el aumento de los ingresos penitenciarios. Así, tras el confinamiento por la Covid-19, sobre todo en 2020, las bandas juveniles quedaron diezmadas, por lo que sus líderes se vieron ‘obligados’ a esforzarse en el reclutamiento nada más empezar a abrirse las calles, buscando sangre nueva entre los más Niños vulnerables. Estos son los más fáciles de convencer, los que peor saben discernir entre el bien y el mal debido a su inmadurez. A esto se suma que quienes tienen más de 18 años y son más violentos se encuentran en gran medida encarcelados o cumpliendo otras medidas judiciales coercitivas.

El propio informe de la Fiscalía de Madrid correspondiente a 2022, difundido esta pasada semana, habla de cómo “la escalada de riñas entre estas bandas es tremendamente alarmante”. Y los homicidios y asesinatos cometidos por menores han pasado de 8 a 34 en cinco años en Madrid. Sin olvidar los 375 delitos cometidos con el uso de armas o instrumentos peligrosos (+17%) por chicos de entre 14 y 17 años; los 44 de organización criminal (+110%); 104 por posesión ilícita de armas (+53%); 38 de peleas desenfrenadas (+6%) y 1.102 de amenazas (+12%).

Sin embargo, no se puede decir que el número total de miembros activos haya vuelto a crecer en los últimos tiempos. Si antes de la puesta en marcha del plan especial contra este delito, el 2 de diciembre de 2021, había alrededor de 800 ‘firmados’ por Policía Nacional y Guardia Civil, luego bajó a alrededor de 500 entre ambos distritos madrileños. Ahora, el número, aunque muy fluctuante, apenas llega a 300 con verdadera capacidad operativa. “El problema no es el número total, sino esos dos o tres de cada ‘coro’ (grupo territorial, en jerga) que son realmente agresivos”, sostienen las fuentes consultadas, que añaden, como hacen cada vez más voces autorizadas, que el La raíz de este flagelo es cultural y educativa. Las medidas policiales y judiciales son todavía los últimos pasos, cuando el daño ya está hecho y hay que pasar a la represión.

organización criminal

Aun así, los cientos de miles de identificaciones y miles de detenciones e incautaciones de armas en el marco del dispositivo especial patrocinado por la Delegación del Gobierno están dando frutos y, muy importante, una serie de datos con los que dar forma al trabajo. diario. Un trabajo tanto de las comisarías distritales de la capital como de las locales y de la Brigada de Información de Madrid.

Si actualmente la identificación de un mismo sujeto con posesión de armas en dos o más ocasiones sirve para conformar uno de los parámetros sobre los que sustentar la acusación de pertenencia a una organización criminal (circunstancia clave para evitar la liberación de los más violentos sujetos), el cambio solicitado en el reglamento para la venta de estos machetes agilizaría el proceso. Para acreditar este delito son necesarios al menos tres de los doce elementos especificados por la Justicia, tal y como establece la instrucción 8/22 de la Secretaría de Estado de Seguridad.

Una escopeta recortada de una pandilla latina

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De hecho, es uno de los principales motivos, junto con las lesiones y los intentos de homicidio, por los que se están produciendo muchas de las últimas detenciones de miembros de bandas latinas en Madrid. Así se ha visto en la reciente operación Primogénito, con 14 detenidos por un atentado gravísimo en Usera. Otros parámetros son la vestimenta, los símbolos o las relaciones con otros pandilleros.

Hasta 80 machetes vendidos al mes

Por ello, esta labor preventiva en las armerías es sustancial. Fuentes policiales dicen que hay algunos, como uno en Móstoles, donde se han vendido 80 machetes en un mes y, en otros, hasta un centenar. El ejemplo de Islazul es sólo uno entre la infinidad de casos; Los asesinos de Isaac López Triano, residente del Pacífico con Asperger conocido en el mundo del rap como ‘Little Kinki’, en 2021, fueron sorprendidos comprando machetes en una tienda de Ribera de Curtidores, en la zona del Rastro. El único imputado mayor de edad de los cuatro imputados (los otros tres eran menores de edad y ya cumplen medidas de internamiento en un centro penitenciario) se enfrenta a una petición del fiscal y de la acusación particular de prisión permanente revisable. Ya existe un precedente de otro pandillero sentenciado a la pena máxima en nuestro Código Penal. Pocas bromas ahora, entonces, con estos grupos juveniles y su capacidad de matar incluso a niños con algún tipo de discapacidad.

Armerías y Amazonas

La adquisición de estas armas blancas sigue siendo legal siempre que quien la realice sea mayor de edad; De hecho, los propios pandilleros suelen acudir a una cadena de armerías llamada Ranger, especializada en airsoft y cuchillería, o adquirirlas a través de Amazon y otros portales de comercio electrónico.

En cuanto al reclutamiento para engrosar sus filas, Trinitarios y DDP (las Ñetas y Latin Kings ya son apenas residuales), siguen usando las calles y parques; Pero el proselitismo está creciendo a través de redes sociales como TikTok y, por supuesto, la música urbana que cantan y escuchan, concretamente ‘drill’. Un ejemplo es VillaBlack Music, una especie de plataforma, y ​​personas como Rochy RD, un dominicano detenido en su país por agresión sexual pero que sigue dando conciertos por toda Latinoamérica, con media docena en España el año pasado y que en dos ocasiones ha Terminó con heridos y muertos.

En cuanto a su financiación, los robos con violencia y el narcomenudeo son sus principales fuentes.

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