La publicación de las fotos íntimas de Bárbara Rey y el rey Emérito podrían ser tan solo uno de los documentos privados sobre esta relación. Las abogadas de Bárbara aseguran que hay más material comprometedor y ya estudian las acciones legales contra Santo Cristo Junior, hijo de la comediante, a posteriori de que este haya vendido las fotografías de su mamá a una revista holandesa.
Juan Fernández Miranda es coautor del volumen ‘El director de los espías’ donde cuenta la historia del supuesto chantaje de Bárbara Rey al Estado. Asegura que hay dos supuestos chantajes, aunque el director del CSIF en ese momento, Emilio Alonso Manglano, “es quien pone la palabra chantaje encima de la mesa”.
“Le toqué un pecho a Bárbara”
Mantiene que existían grabaciones en casa de Bárbara, en el dormitorio y en el salón de su casa. Cree que poco más hay de lo que hemos trillado. En este volumen pegado a Javier Chicote cuentan lo que el director de la inteligencia conoce de primera mano en el año 1994. El inicio de la historia, señala Fernández Miranda, se produce con una emplazamiento del rey Juan Carlos a Manglano en la que le dice que ha tenido una comida con Bárbara Rey y ha tenido un aspecto con ella: “Le toqué un pecho”. Es una emplazamiento de petición de ayuda al director de la inteligencia en el año 1994, que en aquel momento era un hombre todopoderoso. Cuenta el monarca que tras aquel aspecto alguno ha llamado a Zarzuela y ha pedido 100.000 dólares porque había un fotógrafo.
Manglano dice que eso es un chantaje y el Rey que tiene intención de representar pero es frenado por el director de los servicios de inteligencia. Ahí comienza una operación de Estado, prosigue Juan Fernández Miranda. En aquel momento hubo peculio divulgado para retribuir esta trastorno. Mantiene que entreambos se siguen viendo y hay un segundo chantaje 3 primaveras a posteriori.
El primer chantaje se resuelve pagando 25 millones de pesetas y con contratos en Televisión Española, poco que gestiona José Enrique Serrano, desde presidencia del Gobierno. “Lo que quiere sostener que aquí estaba el centro franquista de inteligencia y estaba el Gobierno. La posibilidad son contratos para ella en TVE”.
“Aznar cuando llega a Moncloa y se encuentra el pastel alucina, pero paga”
De esta primera trastorno, prosigue el periodista, hay un plazo en el año 1994 durante el Gobierno de Felipe González. La segunda trastorno se produce en el año 97. “Aznar cuando llega a Moncloa y se encuentra el pastel alucina pero paga. En el segundo chantaje se llega a un acuerdo con Bárbara para pagarle 600 millones de pesetas. Una primera entrega de 100 millones que paga el centro franquista de inteligencia con peculio divulgado y 10 cuotas de 50 millones de pesetas al año durante 10 primaveras.
Recuerda que en 2004 José Bono dijo en sus diarios que ellos no habían pagado. Alberto Saiz director del CNI dice en 2004 siquiera pagaron ningún peculio, añade Fernández Miranda. “Cuando se reúne el gobierno de crisis participa el director de seguridad de Zarzuela que le dice a Manglano: “Normal todo el asunto lo ha montado Bárbara Rey, en las notas de Manglano se deje de un Miembro Civil”.
