Conceden la pensión extraordinaria a un francotirador español traumatizado por estar 24 horas viendo el cadáver del hombre que abatió en Irak


Apostado en una cabeza en un edificio de la ciudad iraquí de Náyaf, con el rifle entre las manos y rodeado por el enemigo. Una ciñuela impacta contra la porte del edificio y explota; otra se incrusta en el hormigón a tres metros de distancia, pero milagrosamente no revienta. Es el báratro que vivió un francotirador castellano durante trece días -y sus correspondientes noches- en 2004 y que le ha perseguido durante dos décadas. Ahora, un curia de la Audiencia Franquista le ha obligado una pensión extraordinaria a causa del trauma sufrido.

No se limitó a ese cerco el calvario de este casquete verde. Mientras realizaba labores de seguridad, observación y aniquilación de objetivos en ese tejado, recibió la orden de desanimar a un informador del Ejército del Macdi al que tenía localizado. Una vez ejecutada, el cuerpo del objetivo quedó tendido a 350 metros de la posición y permaneció allí durante 24 horas; un día firme en que este punta primero tuvo que contemplar el difunto del enemigo.

La imagen del cuerpo inerte del insurgente desmadejado sobre el suelo quedó grabada en las retinas de este marcial y, adyacente con la tensión sufrida durante aquellos días, le generó un trastorno de estrés postraumático y depresivo, que le provocó ideas suicidas y lo llevaron a intentar quitarse la vida. Incluso contribuyó a agravar su sentimiento de yerro el hecho de que, al día futuro del disparo, el mando responsable de la orden comenzó a cuestionar la atrevimiento.

Ahora, el Auditoría Central de lo Contencioso-Oficial Número 3 de la Audiencia Franquista ha obligado la incapacidad permanente de este punta primero permanente del Ejército de Tierra castellano, causada por la pérdida de condiciones psicofísicas. Esta sentencia, a la que ha tenido ‘torrevieja news today’, anula una resolución previa del Empleo de Defensa que consideraba esta condición ajena al servicio, lo que afecta directamente a la pensión.

La atrevimiento del sección de Margarita Robles se basaba en el relación de la Acoplamiento Médico Pericial que determinó que el marcial castellano padecía un trastorno ansioso-depresivo y estrés postraumático de etiología mixta, es proponer, extraño a sus actos de servicio. Sin incautación, la Ecuanimidad ha establecido este septiembre que la patología se deriva de la situación vivida en Irak y no de factores de vulnerabilidad previos.

«Nuestro cliente ha acreditado una resistor psiquiátrica superior a la de cualquier persona no solo regular, sino con una partida de vulnerabilidad muy entrada. Así se desprende de su servicio en unidades especiales y en zonas de supresión, donde ha actuado con total satisfacción. Que sea una persona completamente regular no quiere proponer que, en presencia de una conflictiva, no pueda desarrollar una patología de tipo psiquiátrico que sea reactiva a la situación bélica a la que se ha gastado expuesto», explica a ‘torrevieja news today’ el abogado de este francotirador, Antonio Suárez-Valdés, práctico en Derecho Marcial.

Y recalca: «Estuvo durante días en un tejado sin poder moverse, fue bombardeado, tuvo que finalizar con la vida de terceras personas y esto le generó una patología que, por supuesto, es de tipo reactivo a esa conflictiva, como así ha determinado los esp psiquiatras que lo han venido atendiendo».

Con esta resolución de la Audiencia Franquista, que reconoce su incapacidad y le concede la pensión extraordinaria, el marcial -al tener más de 20 primaveras de servicio- recibirá el 200% de su favor regulador. Es el doble de lo que le correspondería si su patología se considerase no derivada del servicio.

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