«La censura de hoy es mucho más humillante, porque la inventan los intelectuales»


Acento Ana Blandiana de poesía y fluyen los saludos de la dictadura. Aunque se quieran evitar, porque la poesía estaba allí. «En las cárceles de Ceaucescu no había lapicero. Alguno pensaba el poema, otro lo memorizaba y otro golpeaba en las paredes para que los demás lo escuchasen en el alfabeto morse». La poesía era necesaria para salir de la ámbito asfixiante de la tiranía, y sus versos, aunque ahora hablen de todo lo demás, están marcados por aquellos abriles.

La escritora rumana abrió este viernes Cosmopoética, la gran cita literaria de Córdoba, con una leída de sus versos que abrirán la puerta a muchos otros poemas de tantos autores. Desde ahora se abre la puerta de la poesía.

No era la primera vez para Ana Blandiana, nacida en Timisoara en 1942 y galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes para este año 2024, está en Cosmopoética. «Había participado en muchos otros festivales de poesía, pero cuando vine la primera vez a Cosmopoética, me pareció el más mágico de todos y guardo una imagen muy luminosa de este concurrencia», relató ayer de participar.

La muchedumbre la mira «como representante de Rumanía», sea en su país o en otros. «En Rumanía esa situación era más compleja, porque ayer existía la censura, y nunca se sabía cuánto del mensaje poético podía traspasar las paredes de la censura», recordó. Los lectores se habían especializado y leían las palabras con mucho detenimiento.

La metáfora, dijo, «es una comparación a la cual le equivocación un término, y había un concurrencia a centro de camino entre el conferenciante y el poeta, porque el conferenciante tenía que proporcionar el término que faltaba». Es afirmar, el escritor decía la centro, que completaba quien recibía el texto. Difícil, pero era la forma de aventajar la censura.

«La corrección política es otra forma del terror, una manifestación distinta del comunismo»

La poesía exige una leída atenta e inteligente, que no se conforma con lo resultón. ¿Había en los censores la finura para captarlo? Ana Blandiana relató que había un proceso complicado: «Tenía varios niveles y nunca supe quiénes formaban parte de estos niveles ni cuántos había. El primero era el del director de la revista o el texto, y luego el editor jerarca, y más hacia lo alto varios controles en el Servicio», explicó, para luego fijar que la última palabra la tenía Elena Ceaucescu, la esposa del dictador.

Y esta época no está atrevido de censores, aunque sean mucho más difusos. La corrección política cohíbe. «La primera vez que oí platicar de ella me pareció poco anormal. No podía funcionar en Rumanía, porque habíamos sido manipulados durante muchas décadas y habíamos luchado contra la censura. Y era para la muchedumbre de mi concepción, pero los jóvenes, los nacidos posteriormente de 1989, sí son víctimas de esta corriente neomarxista», lamentó. La corrección política es «otra forma de desempeñar el terror, otra forma de manifestación del comunismo soviético, que se ha especializado».

Guardar el mundo

La manipulación funciona en la esfera que llamó ‘soft’, mucho más suave, pero no deja de ser otro tipo de manifestación del comunismo, y ahí señaló a la influencia de Putin en muchos lugares. Es una censura «mucho más humillante, porque la inventan unos intelectuales y en la historia milenaria de la civilización los intelectuales han luchado por la familiaridad, y ellos la degradan de esa forma».

Frente a todo eso sigue estando la poesía, que «no puede detener las guerras», pero ella se preguntaba en una conferencia si puede la poesía guardar al mundo. «Y aunque parezca insensato, creo que la respuesta es sí», afirma. No son sólo los poemas compuestos en la mazmorra, sino que para ella la poesía en aquellos abriles fue una forma de oponerse a la opresión.

«Es todavía una forma de resistor contra la degradación de la civilización, y la fuerza de resistor a través de la civilización es mucho más cachas de lo que se cree», afirmó. Es más necesaria que nunca, a la panorámica de lo que está sucediendo. Es por otra parte, parte de la identidad europea, porque fueron los habitantes del continente y de sus países lo que la construyeron.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *