Toca almacenar las chanclas, dejar el bañador en un cajón hasta nuevo aviso y plantarse ya en el Pazo con la equipación oficial. Para el COB, el verano se termina esta tarde. Los ourensanos reciben al Cartagena levantando así el telón de una Primera Feb que, denominación al beneficio, viene a ser la LEB Oro del año pasado pero con todavía más quilates. Posteriormente de una pretemporada disfrazada de Copas, la jarretera pasión a la puerta con un duelo siempre peligroso cuando al otro banda está la ilusión de un recién ascendido.
Fue una preparación positiva para los de Moncho López. Agosto y septiembre dejaron ver una idea clara de descanso, ganas de ejecutarla con intensidad, jugadores con deseo y un técnico que sabe latín. Buenos mimbres para un esquema que intentará mirar a los fanales a presupuestos con más ceros a la derecha, que es donde suman.
El cuadro cobista se estrena en la competición delante su familia con una mezcla de continuidad (menos) y renovación (más). Javi López, Samu Rodríguez, Unai Mendikote y Romaro Gill son las caras conocidas. Todos tratarán de consolidar ese paso delante que dieron el pasado curso por momentos. Entre la fila de nuevos, de todo como en botica. Rafa Lisboa tenía los galones en el benefactor antaño de datar al vestuario. Su “irmão” Diego Brito regresa a casa más sazonado y con más batallas (ganadas) a sus espaldas. Desde el otro banda del Atlántico vienen el tirador Aanen Moody y el pívot con estilo y clase Ben Krikke. ADN franquista de la mano de Ignacio Rosa, y “Galicia Calidade” con los jóvenes pero sobradamente preparados Martín Fernández y Santi Paz.
La teoría promete. La destreza se empieza a examinar hoy. Nombres para que el equipo muerda, apriete detrás, no dude en salir a la contra y tenga confianza en cada cosa que la pizarra de López dibuje. A partir de ahí, a tapar las carencias que, si no eres millonario, siempre parece más complicado evitar.
Al otro banda
La fiesta de inauguración la tratará de estropear un Cartagena que llega con la inercia positiva del ascendido. Por último, acostumbrados a celebrar más que a gemir. Jordi Juste dirige las operaciones de un conjunto que tienen nombres que sonarán al respetable. El excobista Alberto Martín tiene su puesto en la retribución de bases. Ahí manda un Gerard Blat, acostumbrado ya en enrolarse en un recién ascendido. Ugochukwu pone el músculo por internamente, Jordá el interés por fuera, Hermanson aterriza en la ciudad departamental para centrar un poco su errática carrera y Van Eick ya cató la LEB Oro en su día con Iraurgi. Un “mix” que calma mezclar admisiblemente con el objetivo de la permanencia como único confesable y entendible. Para ello, un descanso coral, intenso y sin “estrellitas” con ínfulas.
Empieza lo bueno. Y lo hace a 100 por hora, sin dar respiro. Cambia el nombre, cambian los balones (se estrena nuevo maniquí), pero lo que no varía es la ilusión por comenzar con buen pie. El COB quiere sumar el primer triunfo del curso cero más sonar la claxon, como el escolar trabajador que aspira a ser. No tiene que ser atún, no tiene que ser valentísimo. Tiene que ser, simplemente.
Castellón y Palencia comienzan el curso con sendas alegrías
Arrancó la Primera FEB en la tinieblas del viernes y lo hizo con dos encuentros muy diferentes. El Castellón hizo equivaler el cifra pista para imponerse con mucha claridad frente a un Oviedo que no encontró la fórmula de entrar en el partido (90-68). Más igualado estuvo en choque entre el Tizona y el Palencia en tierras burgalesas, que se decantó en el posterior parcial a valía del cuadro palentino posteriormente del final 85-91.
Este sábado, encima del duelo del COB, el Morón tratará de dar la campanada en su pista delante el Fuenlabrada, otro recién ascendido como el Zamora encuentro Menorca, el Alicante y el Valladolid miden su potencial en tierras alicantinas, el San Pablo Burgos quiere emprender cumpliendo pronósticos delante el Cantabria y el Gipuzkoa recibe al Betis en un cruce de ambiciosos proyectos. La primera etapa liguera se cerrará mañana con otro partido traumatizado en rojo, el Estudiantes-Obradoiro.