El director genérico de Iberaval, Pedro Pisonero, destacó el «papel medular» que desempeñan las garantías y las instituciones que las facilitan para «mitigar las crisis», ya sean de tipo «geopolítico, tecnológico o climáticas», y remarcó que, durante la pandemia, «fueron las garantías la alternativa para la subsistencia de muchas empresas», a la par que incidió en que «el cambio climático además es sistémico».
En el entorno del XXVII Foro de Sistemas de Garantías y Financiamiento de la Pyme, que ha acogido Tegucigalpa (Honduras), Pisonero, en su condición de presidente de la Red Iberoamericana de Garantías (REGAR), puso el foco en la importancia de que las entidades financieras sean más proactivas a la hora de diseñar productos ‘a propósito’ para afrontar las crisis, sean del artículos que sean, mediante la creación de taxonomías innovadoras, como seguros indexados para afectados por situaciones naturales inesperadas, informa la entidad en un comunicado.
Encima, señaló la «potencia de los diferentes modelos de garantías por la «capacidad» que tienen para hacer más eficientes los posibles públicos en honra de las empresas. En ese punto, instó a las entidades financieras a «beneficiarse los productos que ofrecen instituciones como Iberaval en España», por su «positivo impacto social, entregado que permiten a las empresas »tener cubiertas las espaldas«, lo que adicionalmente constituye una «alternativa para crear empleo y riqueza», tanto en España como en la América Hispana, dijo.
El primer ejecutor de Iberaval se refirió a la alternativa ideada por la Sociedad Administradora de Fondos de Garantías Recíprocas de ese país, Confianza SA-FGR, que ha implementado un exposición tecnológico apoyado en la Inteligencia Químico, con enorme trazabilidad y eficiencia, que permite cuantificar la desforestación de terrenos agrícolas para poder elaborar expedientes de forma cibernética con el propósito de obtener, o no, el sello de calidad que permite la cesión de ese alimento en Europa.
En este contexto, el presidente de REGAR se refirió a las crecientes exigencias de la Unión Europea en torno a potenciales exportadores que buscan traicionar productos en nuestro continente, como ocurre con Honduras, uno de los mayores productores de café del mundo.