Hoy finaliza el año hidrológico 2023-2024, un gimnasia en el que los agricultores y los ganaderos cordobeses han conseguido disfrutar de una situación mejor que en el cuatrienio previo por la existencia de más fortuna hídricos para sus explotaciones gracias al anciano nivel de reservas que han presentado los embalses. Las lluvias que se registraron en marzo fueron claves. No obstante, aún se está allí de calar a un tablado de normalidad adecuado a que la pluviometría ha sido prácticamente nula en verano y en los primeros días del otoño.
Los datos indican que los pantanos ubicados en la provincia de Córdoba cuentan actualmente con una verdad más positiva que hace un año. Concretamente, su estado medio el pasado viernes era del 25,89 por ciento, 11 puntos por encima que hace 12 meses, según los datos oficiales de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
Los embalses presentan a día de hoy una mejor situación son los de Guadalmellato (73,05%). Guadañuno (60,92%) y Martín Gonzalo (58,54%). En el otro flanco de la romana se encuentran las presas de La Aspereza II (13,87%), Iznájar (18,65%) y El Arenoso (23,43%). No obstante, se da la circunstancia de que Córdoba es el segundo circunscripción de la cuenca con menos reservas, sólo por delante de Explosivo, que se queda con un 25,38 por ciento.
Estas estadísticas son, en gran parte, consecuencia de la anciano cantidad de agua caída. Las precipitaciones entre septiembre del año pasado y agosto del flagrante (últimos datos disponibles) alcanzaron los 652 litros por metropolitano cuadrado. Esta monograma supera en más de un 57 por ciento a las correspondientes al gimnasia mencionado, encima de situarse cerca de un 20 por ciento por encima de la media del posterior cuarto de siglo.
Solamente Huelva registró una anciano pluviometría al calar a los 695 litros por metropolitano cuadrado. Todo ello posibilitó en abril que la Comisión de Desembalse de la CHG diera su gastado bueno a unas dotaciones hídricas de 4.000 metros cúbicos por hectárea para la campaña de verano a través del reparto de 1.013 hectómetros cúbicos. Se comercio de una cantidad de agua que quintuplica a la aprobada en 2023 y que rompía una tendencia a la desestimación de estos permisos que ya duraba un cuatrienio. Sin secuestro, estas asignaciones son un 33 por ciento inferiores a lo que se considera como una temporada frecuente en las 125.000 hectáreas de riego que hay en Córdoba.
Desde Asaja se consideró que «el año hidrológico que ahora termina se puede encuadrar de aceptable principalmente por las numerosas precipitaciones que hubo en marzo, que han terminado por defender la campaña de riego y de una parte del secadal».
Sin secuestro, José Antonio Pérez, técnico de la patronal agraria recordó que «llevamos arrastrando un derrochador periodo de sequía y el mes de septiembre ha sido especialmente seco en Córdoba», una situación que, si se repite en octubre, «la CHG ya ha anunciado que tiene un remanente de 30 hectómetros cúbicos que se destinará en ese mes, sobre todo, a cultivos hortícolas, como patatas, cebollas o ajos, y leñosos, entre los que se encuentran el olivar, el almendro y los cítricos».
En este sentido, señaló que «necesitamos que llueva en otoño de guisa urgente porque, si no es así, estaremos en la misma dinámica negativa de los últimos primaveras». Con todo ello, la ordenamiento profesional lleva tiempo demandando a las administraciones distintas medidas que puedan velar periodos de sequía, entre las que aparecen la realización de balsas de riego con aguas fluviales o que se pueda contar con un anciano número de pozos.
Por su parte, el secretario común de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), Pedro Parias, indicó que la campaña se ha desarrollado «de una guisa óptima gracias al esfuerzo de productores para guardar agua y a las buenas dotaciones, pese a que sigue habiendo un débito en este capítulo». «Para nosotros ha sido el mejor año desde 2018, momento en el que empezaron las restricciones«, según apuntó el dirigente, quien reclamó que, »en el caso de que en octubre continúe con el tiempo seco, la CHG siga desembalsando agua para objetar las deposición de cultivos como la arboleda y las hortalizas de invierno«.
Estado del embalse de San Rafael de Navallana en Córdoba a principios del mes de septiembre
La comunidad del Genil-Chiva es una de las más importantes de Andalucía al contar con unos 2.400 socios que trabajan unas 24.000 hectáreas repartidas en los municipios, de La Rambla, Santaella, Montalbán, Puente Genil y Montilla. Su presidente Julio Valcuende, puso de manifiesto que «los embalses ya se encuentran en situación de preemergencia y a punto de entrar en emergencia, momento el que el agua se almacena se destina solo para el consumo humano». «Por este motivo, seguimos estando en una situación muy precaria, aunque quiero abastecer el optimismo para que pueda caer en otoño y los pantanos se llenen de agua», apostilló.
Feragua denuncia la subida de tarifas
En Feragua están especialmente enfadados con el Ocupación para la Transición Ecológica y el Batalla Demográfica por la subida las tarifas y cánones que deberán abonar los regantes de los embalses de El Arenoso y de la Aspereza en 2025. «Estos aumentos suponen triplicar estos costes en un plazo de cuatro primaveras, lo que supone respaldar agua convencional como si fuera desalada, poco que es inasumible para el sector«, según aseguró su secretario común, Pedro Parias. Por este motivo, esta ordenamiento ha presentado alegaciones y sus responsables están esperando a abastecer una reunión con el Ocupación para resolver esta situación, que «es insostenible e injusta para nuestros intereses», de modo que esperan que, finalmente, no se lleve a mango el encarecimiento anunciado.