Un sargento de la Guardia Civil destinado en Teruel que se encontraba fuera de servicio detuvo en pleno vuelo a un hombre, como presunto autor de varios delitos de agresión sexual, que había realizado tocamientos no consentidos al personal de la tripulación.
Fue en pleno vuelo entre Madrid y la ciudad costera de Cancún, en México, cuando el comandante de la aeronave solicitó la presencia de cualquier agente de la ley que pudiera estar presente entre los 400 pasajeros a bordo. El motivo de su petición fue que había un hombre que había provocado altercados con la tripulación y el resto de pasajeros.
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En respuesta a su llamado, se personaron en la cabina dos agentes de la Benemérita, a quienes el comandante explicó que había una persona que había tocado al personal de la tripulación y mostró una actitud agresiva, hasta el punto de proferir amenazas de muerte.
Además, según recoge el comunicado de la Dirección General de la Guardia Civil, el comandante había activado todos los protocolos internos de la aeronave antes de su solicitud de auxilio, e incluso se planteaba solicitar un aterrizaje forzoso.
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Fue entonces cuando el sargento Felipe Vilas, destinado en Valderrobles (Teruel), solicitó un tiempo para evitar este desvío y pidió hablar con el autor de los hechos para que cese en su actitud.
Una vez localizó al problemático pasajero, el sargento se identificó como guardia civil. Sin decir palabra, esta persona se abalanzó sobre los agentes, por lo que quedó inmovilizado con bridas proporcionadas por los propios tripulantes.
Cuando aterrizaron en México después de cinco horas con el detenido bajo custodia, las autoridades mexicanas procedieron a su arresto.