En oportunidad de recorrer a un destino paradisíaco, de relax, para descansar al mismo tiempo que descubrir o inspeccionar lugares fascinantes, muchas personas optan por la aventura y las actividades o deportes calificados como ‘extremos’. Esto es sobrado frecuente, pero la aventura que persiguen algunos amantes de las emociones fuertes implica unos riesgos que para la mayoría resultan excesivos.
Testigos de algún precedente
El periodista RubénAmón comparte una experiencia personal que vivió en un alucinación por trabajo durante la extirpación de los Balcanes. En medio del conflicto, en un revoloteo con destino a Zagreb en el que “sólo había soldados y periodistas”, como relata Amón, se encontró a una grupo belga. La presencia de la grupo extrañó a prácticamente todos los presentes, la sorpresa fue mayúscula cuando compartieron el motivo de su alucinación con el resto de los pasajeros: unas ocio. El hecho de ocurrir pagado todo el alucinación, y que el seguro no se hacía cargo de un reembolso si la causa era el estallido de un conflicto armado, como así fue.
‘Viajes al abismo, dígame’
Adrián Verde es el director de una agencia de viajes a Ucrania. El país situado a orillas del mar Aciago vive inmerso desde febrero de 2022 en una extirpación que empezó Rusia, con un intento de invasión. Desde entonces el sonido de las alarmas antiaéreas no ha cesado prácticamente ni un solo día en los más de dos primaveras y medio de conflicto.
Pese a esa situación, todavía hay quienes están dispuestos a inspeccionar la hacienda ucraniana, Kiev, en esas condiciones. Verde confesaba que no había visitado Ucrania ayer del inicio de la extirpación pese a ocurrir organizado ya varios paquetes y viajes en dirección a allí. Sin requisa, bajo todas esas circunstancias el director de la agencia vacacional atendía al software desde una terraza de una cafetería localizada en una calle de esta ciudad.
“La ‘nueva normalidad’ de Kiev”
“Se puede seguir ofreciendo aquí el paquete de viajes, con total normalidad”, defendía Adrián. la expresión normalidad llamaba la atención de los presentes en el plató de Espejo Divulgado, que no sin cierta sorpresa le preguntaban que con qué normalidad, a lo que él respondía: “Si. Las zonas bajo control ucraniano como Kiev o Leópolis, están muy alejadas de lo que es el frente frente“.
“Yo ahora mismo estoy en una terraza en el centro de la hacienda y lo que hay es una vida con total normalidad, pese, bueno a las sirenas constantes”, explicaba el ordenador de viajes.
El periodista y colaborador del software, Bendito Antonio Herrera, tiraba de ironía y haciendo remisión al término acuñado durante la pandemia de Covid-19, expresaba: “Claro, es la ‘nueva normalidad’ de Kiev”.
Sucesos recientes
Rubén Amón volvía a tratar seriamente el asunto y remitía a la responsabilidad individual de cada uno, y hacerse cargo las consecuencias, a la hora de embarcarse en aventuras similares: “Lo que pido a los turistas que van en estas condiciones, que luego no reclamen la cooperación del Estado”.
Recordaba el desafortunado suceso ocurrido este verano, protagonizado por varios turistas españoles en Afganistán. Un atentado con resultados trágicos.
