El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Salvador Illa, se han reunido con la asociación directiva del Círculo de Economía este lunes en la sede de la entidad, en la calle Provença de Barcelona. Al coincidencia ha acudido prácticamente la asociación de la entidad en pleno, encabezada por su presidente, Jaume Guardiola.
La recepción de Sánchez es la primera que se produce a Cataluña desde la investidura de Illa como presidente de la Generalitat, y luego de que hace dos semanas el jerarca del Ejecutor tuviese que suspender su presencia en la Fiesta de la Rosa del PSC por el mal tiempo. Tras el coincidencia, Sánchez se ha desplazado a la Zona Franca, donde adjunto al corregidor Jaume Collboni, ha visitado una promoción de pisos de protección oficial.
El Círculo, y otras instituciones económicas catalanas, se han convertido en uno de los principales sostenes de las políticas del Gobierno del PSOE con respecto a Cataluña, tanto en materia política -como sucedió con los indultos o la ley de amnistía- como en materia de financiación.
De hecho, pocas semanas antiguamente de que se celebrasen las elecciones que condujeron a Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat, el Cercle y otra veintena de instituciones de la sociedad civil y empresarial catalana –las 13 Cámaras de Comercio de Cataluña, Fomento, Pimec, FemCAT, el Colegio de Economistas de Cataluña, el RACC, Barcelona Mundial y el Círculo de Pertenencias– firmaron una inédita afirmación conjunta en la que reclaman «medidas ambiciosas para mejorar sustancialmente el sistema de financiación territorial».
Las entidades, apuntan que tal reforma debe conducir correctamente a un maniquí federal, correctamente a un pacto fiscal. «Las organizaciones firmantes consideran que el contemporáneo sistema no es ni transparente, ni equitativo ni eficaz y representa un obstáculo importante para el progreso crematístico y el bienestar social de muchas comunidades autónomas, entre ellas Cataluña» sostienen.
Tanto el sistema federal como el pacto fiscal, «acompañados de un mecanismo de solidaridad», serían beneficiosos para Cataluña y por el conjunto de las Comunidades Autónomas, apuntan las entidades, muy en sintonía con lo que seguidamente han pactado socialistas y ERC a cambio del apoyo republicano a la investidura de Illa.