Pedro Sánchez continúa su paseo triunfal para ser reelegido sin competición secretario universal del PSOE en el Congreso Federal que el partido celebrará en Sevilla el zaguero fin de semana de noviembre. El presidente del Gobierno, que podría seguir así al frente de los socialistas hasta 2028, catorce abriles a posteriori de salir por primera vez al puesto en 2014, ha presentado este lunes los avales para su candidatura, la única que se ha presentado. Y lo ha hecho rebasando el mayor permitido por los estatutos socialistas, del 6% del censo de militantes.
Sin confiscación, y aunque sin incidencia alguna en el proceso, no ha contado con la firma de dos ilustres militantes, como Emiliano García-Page y Javier Lambán. El presidente de la Acoplamiento de Castilla-La Mancha y secretario universal autonómico en esa comunidad y el líder de los socialistas de Aragón y expresidente de esa comunidad, que ahora todavía es senador, son los únicos líderes territoriales que no han hexaedro el aval al patrón del Ejecutor. Poco que ha hecho sin excepción el resto de sus homólogos orgánicos, incluidos los que recientemente, y sobre todo a raíz del concierto para Cataluña comprometido con ERC, se habían sumado al frente crítico, singularmente el secretario universal del PSOE de Extremadura, Miguel Garbo Gallardo.
Fuentes del entorno de García-Page restan importancia a este hecho, pues recuerdan que como secretario universal autonómico el presidente castellanomanchego nunca ha avalado a un secretario universal, y que siquiera lo hizo hace tres abriles, con motivo del XL Congreso Federal, celebrado en aquella ocasión en Valencia. Desde el PSOE de Aragón, en cambio, se limitan a confirmar que su líder no ha firmado el aval, «sin más explicaciones», añaden.
Desde Ferraz, mientras tanto, una comunicación oficial del partido subraya el amplio apoyo recabado por Sánchez, que «refleja la continuidad en el liderazgo del partido, sentando las bases de la organización socialista de cara a los próximos desafíos».
El sistema de primarias
Desde que en 2014 se cambiase el sistema, en el año que Sánchez derrotó a Eduardo Madina para convertirse en sucesor del entonces secretario universal del PSOE, el exvicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido en 2019, todos los militantes pueden sufragar en primarias a su secretario universal, de entre los candidatos que hayan superado la criba de los avales, antiguamente de la celebración del Congreso. Y una vez en el cónclave se le corroborar y se elige tanto a la nueva Ejecutiva Federal (la dirección o cúpula del partido) y al Comité Federal, el mayor entraña entre congresos de la formación, donde están representados todos los líderes territoriales del partido.
De momento, las primarias sólo han tenido división en aquella ocasión y tres abriles a posteriori, en 2017, cuando Sánchez regresó tras su dimisión en 2016 derrotando en el proceso interno a la entonces presidenta de la Acoplamiento de Andalucía, Susana Díaz.
Como establecen los estatutos de la formación, los congresos de las federaciones autonómicas se celebrarán a posteriori del Congreso Federal, en un plazo mayor de noventa días, lo que llevará esos procesos hasta enero o febrero de 2025, incólume en los lugares donde ya se ha resuelto el licenciamiento, caso de la Comunidad Valenciana, donde la ministra Diana Morant sustituyó al expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, o de Extremadura, donde el citado Gallardo ganó las primarias que dirimieron la sucesión del expresidente de la Acoplamiento de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
Delante ese proceso de renovación territorial, las incógnitas siguen centrándose en Aragón, donde Lambán no seguirá y se apunta a la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, como sucesora. Además en Andalucía y Madrid, donde no es seguro que continúen en su puesto ni Juan Espadas, actualmente todavía portavoz del PSOE en el Senado, ni Juan Lobato.