El acusado de la muerte del profesor de la calle Areal admite su culpabilidad


El único dibujado de la homicidio del profesor Benito Torreiro, de 69 primaveras, en las navidades de 2021 admitió este lunes su culpabilidad a través de su abogado, coincidiendo con la primera sesión del razón por el crimen. La Fiscalía pide para David Macía, de 24 primaveras, 11 primaveras de prisión por los delitos de homicidio y estafa continuada, a la luz del relato de lo sucedido desde que el pipiolo llegó a la vivienda de la víctima para compartir cena, hasta que el cuerpo de Torreiro fue localizado en medio de un charco de crimen. Tenía un musculoso salida en la habitante propinado con una engaño de mármol y lo habían acuchillado en una veintena de ocasiones. Así lo narró ayer el fiscal, y así lo aceptará el único procesado por el caso.

El representante del Tarea Divulgado admitió ayer delante el junta popular que la homicidio del profesor fue «formidable y estremecedora», pero igualmente que había reparación del daño. Se refería a la indemnización que Macía abonó ya a los herederos de la víctima, unos 37.000 euros, y que favoreció el acuerdo al que defensa y Fiscalía llegaron para que la pena se limite a 11 primaveras. La incriminación particular, por su parte, solicita 18 primaveras por lo que creen que fue un delito de crimen, y no homicidio, que reclaman subsidiariamente.

El razón con tribunal popular, que deberá celebrarse pese al acuerdo, se desarrollará a lo generoso de esta semana en Vigo. En él se explicarán los pormenores no solo de la homicidio del profesor, cuyo detonante, se presume, fue una pelea por billete con el dibujado -con el que mediaba algún tipo de relación sentimental-, sino igualmente las jornadas de excesos que siguieron al crimen. Porque, según la investigación desarrollada en los meses posteriores, Macía envió varios mensajes desde el móvil del fallecido anunciando que estaría desconectado unos días y, con el demarcación disponible, se dedicó a vaciarle las cuentas de forma descarada. «Se fundió -reveló el abogado de la comunidad 10.000 euros en chorradas».

Noches en hoteles, cenas con los amigos, discotecas y hasta un Audi fueron algunos de los caprichos que se dio el dibujado hasta que los agentes le echaron el manopla. El móvil crematístico en el que se basaron las pesquisas iniciales lo apuntaló ayer el fiscal del caso, que indicó que «por deducción, la pelea se inició por las tarjetas de crédito». La defensa, por su parte, trató de introducir una supuesta variación psíquica como atenuante. Única tanto en serie a posteriori de que el ADN del dibujado fuese opuesto en el oportunidad, incluso en uno de los cuchillos de la casa, y de que el estudio de los movimientos de su teléfono móvil lo localizasen en la zona el día del crimen. «Mañana (por hoy), cuando le toque resolver, lo volverá a recononer previsiblemente» anunció ayer el erudito del supuesto autor.

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