La Fiscala pide 196 aos de crcel para la Manada de Castelldefels, un “grupo criminal” para violar a jvenes: “Cundo vamos todos otra vez?”


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“Te pasara el telfono de una, pero no me fo porque a esa s la veo capaz de denunciarme”. Es uno de los mensajes del especie K-Team, integrado por cinco individuos acusados de violar a tres jvenes y preciarse de ello a travs de Whastapp, Instagram y varias redes sociales.

La Fiscala sostiene que la Manada de Castelldefels cre “un clima de sometimiento” para “anular la capacidad de reaccin” de sus vctimas y pide para ellos penas de prisin que oscilan entre los 53 y los 28 aos de crcel. En total, 196 para todos sus integrantes, tres espaoles, un rumano y un cubano de entre 30 y 36 aos.

La Fiscala pide la pena ms incorporación para A.R.P.C., quien afronta 53 aos de prisin, mientras que para el resto solicita entre 28 y 45 aos de crcel.

Entre los mensajes que compartan por el especie de WhatsApp, se emplazan a apañarse jvenes, se proponan tros o hacan manifestaciones como “cuando vaya proporcionadamente borracha y cachonda es el momento de picar la puerta”, “cundo vamos todos otra vez?” o “le fallan los dientes pero es follable”, segn el ocupación pblico.

Entre marzo y mayo de 2021 los acusados contactaron a travs de las redes sociales con jvenes que “tenan muerto su autoestima para, una vez ganada su confianza, proponerles encuentros con ellos que, con ocasin de la situacin de pandemia que supuso el cerrojo de locales de ocio y limitaciones a la movilidad, tuvieron motivo en el firme de uno de ellos”.

Las mujeres accedieron a estas fiestas de forma voluntaria, pero la Fiscala sostiene que eran ajenas al carcter grupal y sexual de las mismas, mientras que ellos acudan “con el conocimiento y voluntad de infringir contra la indemnidad sexual de las jvenes, creando en dicha vivienda un clima de sometimiento que lleg a mermar e incluso a anular la capacidad de reaccin de las perjudicadas”.

A dos de las vctimas las invitaron al firme de uno de ellos en Castelldefels ayer de emborracharlas y violarlas. A la tercera la grabaron sin permiso y luego compartieron el contenido en el especie de la red social que todos mantenan.

“Dicho especie era igualmente utilizado por los procesados para compartir sus impresiones sobre los encuentros que tuvieron con las tres perjudicadas, aprovechando la ocasin para preciarse de lo realizado sobre ellas y envalentonarse con la idea de tener ms encuentros de idntica naturaleza”, recoge el escrito reformista por La Vanguardia y consultado por este diario.

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