Israel ha entrado en el sur del Líbano en medio de una ataque marcial “selectiva y delimitada” haciendo así caso omiso a los llamamientos de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos.
Con esta incursión Israel extiende sus frentes de extirpación en Oriente Próximo. A la extirpación contra Hamás en Lazo suma los bombardeos contra el partido-milicia chií Hezbolá en Líbano y esta “ataque marcial terrenal”. Asimismo ha maltratado a los rebeldes hutíes en Yemen y todos esos grupos armados están respaldados por Irán que es el principal enemigo de Israel en la región.
Las Fuerzas Armadas israelíes confirmaban a través de la red social X la incursión en el sur de Líbano y la justifican porque según ellos “representan una amenaza inmediata y efectivo para los asentamientos israelíes en la frontera septentrión”. El ejército dice estar “luchando y actuando” para que la multitud del septentrión de Israel pueda regresar a sus hogares casi un año a posteriori de su retirada por el inicio de los ataques de Hezbolá en apoyo al Movimiento de Resistor Islámica (Hamás) en la Franja de Lazo.
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