CARTAS AL ALCALDE
Aquello no era una discoteca, sino una perplejidad con muchas noches
La perplejidad que llegué a Kapital había en la calle un frío navideño que mataba mendigos, y había en el interior, sobre la plataforma correspondiente, una gogó medio rubia, altiva y extranjerizante, a cuyo pie de pedestal me quedé un rato, a tomarme ahí …
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