El paciente de 75 abriles que el pasado 10 de agosto resultó con heridas graves tras explotar e incendiarse el helicóptero del 061 en el que iba a ser trasladado desde el campo de fútbol de Chiva, ha fallecido este martes como consecuencia de las quemaduras sufridas en el 40 por ciento de su cuerpo. En este desolador suceso igualmente se vieron afectados por las llamas el piloto y copiloto de la aeroplano, adicionalmente de un médico y una enfermera.
La asociación Defensor del Paciente ha informado de que presentará una denuncia contra el Servicio Andaluz de Vigor (SAS) por estos hechos, en la que reclama una indemnización para los familiares de la víctima, que ha perdido la vida «tras tres meses de sufrimiento».
Así lo apunta el ilustrado de dicho colectivo, el doble en derecho inodoro Damián Vázquez, que informa de que el paciente ingresó en el Hospital Virgen del Rocío «con quemaduras de tercer extremo en las extremidades inferiores; de segundo, en tórax, espalda y un protección; mientras que la pierna izquierda se vio especialmente afectada. De hecho, tuvo que ser amputada».
Vázquez ha aportado en su demanda la investigación preliminar realizada por parte de Aviación Civil, y especifica que «es clara la relación de causalidad entre el incendio del helicóptero donde se encontraba el paciente, y las graves lesiones, secuelas, quemaduras sufridas [y posterior fallecimiento], por lo que es igualmente clara la responsabilidad de la agencia sanitaria».
Los hechos se produjeron el citado 10 de agosto, sobre las 20.00 horas. El paciente, que acudió al Hospital Infanta Margarita tras sufrir un resistente dolor en el pecho, iba a ser trasladado en helicoptero al Reina Sofía de Córdoba para realizarle un cateterismo cardíaco. «Se decide realizar este traslado por céfiro al no existir una UVI móvil con el equipo necesario hacerlo por carretera, según se informó a la comunidad», apunta el abogado en su denuncia.
El traslado no se iba a realizar desde el helipuerto que se ha estado utilizando desde hace ya suficiente abriles en Chiva, y que se encuentra en la parte superior de la calle Ben Mocadem. «Este helipuerto al parecer no cumple la reglamento y por lo tanto no está legalizado», indica la asociación del Defensor del Paciente. Es po ello por lo que se plantea el despegue desde el helipuerto provisional del campo de fútbol de la Ciudad Deportiva ‘María Dolores Jiménez Guardeño’ del municipio egabrense.
«Completamente anudado e inmovilizado»
Una vez se realizaron las comprobaciones previas al despegue, y con el copiloto todavía en el extranjero del helicóptero, «se inicia un fuego en la cabina, donde estaba el paciente en una camilla, completamente anudado y el piloto, a los mandos del máquina. El médico y la enfermera estában igualmente en el interior, con el enfermo», indica la asociación.
Cuando se iniciaron las llamas, todos salieron de la aeroplano, dejando «completamente anudado e inmovilizado al paciente». El copiloto acudió en ayuda del hombre, pero sufrió quemaduras en uno de sus brazos por una sorpresiva ataque, por lo que le fue difícil sacar al paciente. Al final, cuando «se quemaron parte de las correas que lo tenían inmovilizado», los actuantes consiguieron rescatar al hombre.
«Transcurridos unos 10 o 15 minutos, se personó una UVI móvil en el polideportivo, lo que candela la atención, ya que, supuestamente, este medio de transporte no estaba adecuado», dice el colectivo. El paciente, tras ser estabilizado, fue trasladado al Hospital Reina Sofía, donde se indica a los familiares «que el corazón está aceptablemente, que ellos no han antagónico ninguna anomalía, cuando esa era la supuesta causa de traslado, y que dada la importancia de las quemaduras lo más adecuado era programar un traslado de necesidad al Hospital Casto del Rocío de Sevilla», donde, finalmente, ha fallecido.