Carlos Peláez, corregidor de El Carpio, municipio situado en la provincia andaluza de Córdoba, es el objetivo de un ataque homófobo y desconocido. Este miércoles, allá de amilanarse o esconderse a posteriori de lo sucedido, el corregidor intervenía en Espejo Manifiesto para recusar de pleno este ataque y explicar su respuesta en redes sociales.
El Concejo de la ciudad cordobesa desplegaba recientemente una serie de carteles con motivo de una nueva red wifi en el municipio. Precisamente ha sido en uno de ellos donde ha aparecido escrito el ataque, que fielmente era: “MUERETE MARICON P.P.”.
Mal el contenido, mal las formas
“Le faltan dos tildes”
Para quitarle hierro al asunto, el periodista Juan Soto Ivars subrayaba que a la pintada le faltaban dos signos de acentuación. Soto aprovechaba estas faltas de ortografía para atribuir al autor del mensaje de una doble ignorancia: “Es que la ignorancia toma muchas formas, unas más agresivas que otras. Y en ese mensaje están condensadas dos de ellas”.
La respuesta del corregidor era, aunque un poco más extensa que el ataque recibido, incluso escueta, así como concisa. Constaba de varios puntos:
- “Sí, soy maricón“
- “Sí, soy del PP“
- “Sí, sois unos cobardes“
- “No, no me voy a fallecer“
- “No, no me dais miedo“
“Con todas las tildes puestas”
“Hay que ser claro porque no se pueden tolerar estos mensajes, sobre todo en el año 2024″. Así comenzaba su intervención en Espejo Manifiesto Carlos Peláez. Que por encima de escribir un desprendido comunicado optaba según explicaba él mismo: “Más que políticamente correcto, quería ser claro y conciso, y que todo el mundo lo entendiera”. La periodista Carmen Ro, añadía con puntería: “Y con todas las tildes puestas”.
Ignorantes y reincidentes
“Nos ha sorprendido a todos y esperamos que no vuelva a ocurrir”
Este no es el único mensaje de este corte que ha aparecido en esta ciudad. Carlos cuenta que no tiene sospechas de quién puede estar detrás de este final ataque homófobo. Encima defendía la calidad de sus vecinos de El Carpio, sugiriendo que el ataque puede venir de fuera: “En mi pueblo nunca he tenido exigencia de dar explicaciones, mis vecinos son tolerantes, acogen a todo el mundo con los brazos abiertos y hay diferentes sensibilidades internamente del municipio. Siempre se ha llevado todo con total normalidad”.
“Yo no me tengo que razonar”
A Susanna Griso le sorprendía que incluyera una explicación del partido político al que representa en El Carpio. El imberbe aseguraba que no se trataba de dar una explicación porque sí, sino que en el mensaje de ataque se incluían las siglas del Partido Popular: “Lo mismo que no me justifico con mi orientación sexual, siquiera me tengo que razonar por mi ideología política“.
Carlos Peláez confirmaba que a la primera pintada le acompañaba una segunda, en otro motivo, que atacaba a su partido: “PP hijos de puta”.