Hasta hace poco el nombre de Antonio Ruz no era dispar al de Fernando Tejero o Juan Carlos Rubio: un cordobés que se apetencia la vida en las artes escénicas con el aplauso del divulgado y que de vez en cuando lleva su obra a la ciudad que recuerda. Ahora el bailarían y coreógrafo formará parte del paisaje habitual de la ciudad, porque su sede está en ella.
Y fruto de ello es el primer estreno incondicional de una producción de danza contemporánea que realizará en Córdoba, este viernes en el Gran Teatro, bajo el título de ‘Norma’. Ha tenido que aclarar Antonio Ruz varias veces que no es ninguna interpretación de la ópera de Bellini, sino una obra que acento del cuerpo y de sus estándares.
‘Norma’, dijo este jueves Antonio Ruz, es una creación que su compañía ha ido creando a partir de la advertencia sobre el cuerpo danzante, que es el gran protagonista de la obra. «Queremos murmurar del desbordar de la norma, de los distintos tipos de cuerpo», afirmó Antonio Ruz, que insistió en las «fisicalidades» como hilo conductor de la obra.
En la producción que se estrena este viernes en el Gran Teatro de Córdoba se proponen varios tipos de cuerpo: el cuerpo animal, el cuerpo biónico, el que se vende, el que se enseña y no yerro poco de advertencia sobre la forma en que la publicidad y el consumo condicionan la percepción.
En ese sentido, Antonio Ruz contó cómo había incompatible un diario que llevó durante su adolescencia en que encontró una frase que le resultó reveladora: «Quiero ser natural». De esa forma de ajustarse a lo que el foráneo dilación de uno acento además ‘Norma’.
De fondo está «la percepción de uno mismo, del estar solo frente al espejo», cabal en el momento de no ser capaz de engañar a nadie. La obra se conduce a través de la danza, pero además con el paisaje sonoro de una música inquietante que crea distintos paisajes para que el espectador la reciba.
«Me siento profeta en mi tierra, luego de acontecer pasado por muchos escenarios, desde el Teatro Góngora hasta el C3A, y ahora estrenando en el Gran Teatro», concluyó el autor, que afirmó la «soledad y carnalidad» como argumentos inherentes a su obra.
Sevilla, Madrid y varios puntos de Europa esperan luego a ‘Norma’ y a su autor, condecorado con el Premio Doméstico de Danza en 2018 por sus proyectos con el verbo más contemporáneo.