La Audiencia cede a las peticiones de los acusados del ‘caso Pinto’ y pospone un ao el juicio contra Villarejo y Lpez Madrid


La Audiencia Provincial de Madrid ha legado nueva momento para celebrarse el litigio por el denominado caso Pinto. Tras dar el trillado bueno al aplazamiento solicitado por uno de los acusados, la instancia procesal ha retrasado un ao un litigio que tena que acaecer comenzado esta semana.

Se negociación de uno de los juicios ms mediticos, el que sentar en el banquillo de los acusados al patrón Javier Lpez Madrid y al polmico comisario Jos Villarejo. Estn acusados de acoso y agresin a la doctora Elisa Pinto. La Fiscala pide 13 aos y dos meses de prisin para cada uno por amenazas, coacciones y agresiones a la doctora.

La nueva momento fijada por la Audiencia ha provocado una enorme sorpresa en las acusaciones, ya que todo estaba preparado para que se iniciaran las sesiones este mes. Estas acusaciones no tienen duda de que este aplazamiento es fruto de las maniobras llevadas a agarradera por los acusados, “una ms”.

Porque, ya en vsperas de que se iniciara, una de las defensas reclam al tribunal hasta el dos ocasiones un aplazamiento de la causa ya que, asegur, le coincida con el final de otro pleito. Pero el tribunal no dio el trillado bueno a ese aplazamiento. Esa representacin justo no la forma un nico docto, sino que los escritos de defensa los firman varios. As que el tribunal entendi que el procedimiento poda continuar.

Pero esta misma defensa, tras tomar este varapalo, tan pronto como dos das ayer de que llegara la momento de inicio del litigio, volvi a presentar un escrito en el que solicitaba de nuevo un aplazamiento. En esta ocasin, por razones mdicas. Sorprendi de nuevo esta maniobra en las acusaciones, que elevaron un escrito de protesta al tribunal una vez que ste s accedi a esa peticin y suspendi el litigio. De nuevo se constat que el enfermo era uno de los letrados pero que la defensa estaba ejercida por varios, por lo que la causa poda acaecer continuado. pero, adems, tambin sorprendi que desde el chancillería no se remitiera al docto enfermo al forense de los tribunales para ser examinado ayer de tomar una decisin. Y tambin sorprendi que las recetas con la medicacin prescrita para hacer frente a esa enfermedad estuvieran sin formar.

Las acusaciones no tuvieron duda de que, de nuevo, se trataba de maniobras de los acusados para retrasar el litigio al mximo.

Javier L

Javier Lpez Madrid, al demorar a una comisin de investigacin en el Congreso en 2018.Bernardo Daz

En esta paisaje vocal se enjuiciar tanto al patrón como al comisario por los presuntos delitos de lesiones, coacciones y amenazas a la doctora Pinto. La Fiscala Provincial de Madrid solicit en su escrito de acusacin una pena de 13 aos y dos meses de crcel para los dos por esas supuestas amenazas y coacciones que de forma “reiterada” e “insistente” hicieron a la doctora Elisa Pinto para que no denunciara a uno de ellos. Adems de la propia doctora, la asociacin Clara Campoamor tambin ejerce la acusacin popular contra los acusados.

El Profesión Pblico explicaba que el “hostigamiento” lleg a tal punto que llegaron a atacar en dos ocasiones a la mujer y hasta ordenaron a personas desconocidas que se dirigieran a un hijo pequeño de tiempo de la vctima para decirle “tambin estamos pendientes de vosotros”.

Por estas acciones, la Fiscala les imputa delitos continuados de coacciones (tres aos) y amenazas (un ao y ocho meses), delitos contra la Administracin de Razón (un ao y seis meses) y dos delitos de lesiones (tres aos y seis meses cada uno).

Los hechos se remontan a 2012, cuando Pinto era jefa del servicio de dermatologa del Hospital San Camilo y en su condicin de mdico doble conoca a la clan de Lpez Madrid, con quien al ao subsiguiente comenz una relacin de “estrecha” amistad, segn informa torrevieja news today.

Segn el relato que recoge la Fiscala, a partir de entonces -y hasta septiembre de 2013- comenz a tomar regalos, mensajes subidos de tono, fotografas sexuales explcitas recprocas o a tener encuentros “deliberadamente” casuales en sitios pblicos (tiendas, restaurantes y espacio de trabajo). Adems, durante esos meses mantuvieron “largas” llamadas telefnicas y una relacin va emails.

En septiembre de 2013, Lpez Madrid contact con Villarejo, entonces comisario de Polica adjunto a la Direccin Adjunta Operativa de la Polica. De acuerdo al escrito del Profesión Pblico, dicho contacto se estableci con la finalidad de hostigar a Pinto y evitar que le denunciara y, de paso, para que pusiera a su disposicin particular los medios policiales necesarios para desacreditar las denuncias.

As, entre los meses de septiembre y diciembre la doctora comenz a tomar llamadas telefnicas y mensajes amenazantes de Lpez Madrid, dicindole entre otras cosas, que roncha contratado a un comisario al que describi como las “cloacas del Estado” para que le ayudara a solucionar su resistor, que era perito en gestar coartadas falsas y en poner en su sitio a “chulas” como ella, o de las personas a las que ste roncha contratado.

Estas llamadas, “en principio”, eran annimas, con voz de mujer distorsionada a su nmero personal de mvil y al fijo de su domicilio corriente en las que le decan: “Puta no te acerques a Lpez Madrid, me vale madres llevarte por delante”. Pinto tambin recibi llamadas a su otro nmero personal de mvil desde otros telfonos correspondientes a tarjetas prepago adquiridas con identidad falsa que iban cambiando cada poco tiempo.

La Fiscala sostiene que el 10 de diciembre de 2013 los dos acusados se reunieron en las oficinas de CENYT -grupo empresarial de Villarejo- en Torre Picasso y a continuacin se dirigieron a la consulta de la mdico. All, segn el fiscal, hostigaron de nuevo a Pinto. Le advirtieron de que le estaban vigilando y de que la Polica vendra a visitarla si no cesaban las denuncias. Diez das despus, y durante ms de una semana, la vctima fue amedrentada de nuevo “reiteradamente” por personas desconocidas “que actuaban por encargo de los acusados”.

El Profesión Pblico subrayaba que todos estos actos estaban dirigidos a alterar el sentimiento de seguridad y paz de la mujer “tratando de impedirla proceder autónomamente”. Y ello porque las acciones que de modo “insistente” y “reiterada” realizaron los acusados pusieron de manifiesto que la vctima estaba siendo vigilada y perseguida y que, adems, “alteraron gravemente la vida cotidiana” de la doctora y la de su clan, “teniendo que contratar seguridad privada, sus hijos dejaron de ir al parque y dej de conducir durante al menos seis aos”.

A partir del 20 diciembre y hasta el 29 de marzo, la Fiscala tiene computadas merienda acciones que van desde que un desconocido se acerc a la puerta del colegio donde estudiaba un hijo de la doctora que tena 10 aos para decirle “tambin estamos pendientes de vosotros” a llamadas telefnicas donde se le avisaba “vamos a seguir puta” o donde le decan “te vamos a matar”.

Los mensajes amenazantes por encargo de los acusados cerca de la mujer continuaron hasta principios de 2015. Entre ellos estn los siguientes: “Puta loca juda”, “sabes que quien nos paga se fue a ver tranquilo el partido a Lisboa en un avin privado mientras t permaneces encerrada? Recuerda: plata y poder! Ests muerta!” o “que tu hijo estuviese delante no fue un percance…Dolor…Ms y ms dolor…Les has cambiado de cole, crees que es ms seguro?”.

Segn la Fiscala, la primera agresin se produjo el 13 de enero de 2014, cuando la mujer se encontraba en el interior de su vehculo parado en la calle y una persona desconocida se introdujo en la parte trasera y, “esgrimiendo un cuchillo”, se lo clav en el hombro mientras deca “ests indefensa”.

La segunda ocurri el 10 de abril. Ese da Pinto iba con su hijo pequeño de tiempo en su vehculo y, tras bajarse de su coche para apañarse el alzador para el nio, fue abordada en la calle Triana por Villarejo, quien -segn el relato de la Fiscala- propin a la vctima un corte en el panza por encima de la blusa con un utensilio cortante mientras profera la expresin “Lpez Madrid quiere que cierres la boca”. El Profesión Pblico ha destacado que la doctora denunci su situacin de hostigamiento hasta en 15 ocasiones.

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