El sistema bancario, punto clave de la protección digital



El papel de las entidades bancarias en la seguridad digital es secreto no solo para estas instituciones, sino asimismo para el correcto funcionamiento del sistema financiera, la seguridad de las empresas y la protección de datos de los usuarios y consumidores.

Las entidades bancarias son las instituciones en las que más confían los españoles frente a los ciberataques, según la primera indagación de “Ciberseguridad y hábitos de uso de canales digitales”, elaborada recientemente por Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), en la que el 84% de los españoles asegura sentirse seguro a la hora de intervenir con su banca digital, siendo las instituciones que más confianza inspiran a los usuarios, seguidas de las Administraciones públicas.

Para engrosar esta confianza, el Instituto Doméstico de Ciberseguridad (INCIBE), entidad dependiente del Tarea para la Transformación Digital y de la Función Pública, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Químico, y la Confederación Española de Cajas de Ahorros firmaron a finales de septiembre un acuerdo de colaboración para engrosar la ciberseguridad y ciberresiliencia del sector financiero, en concreto entidades privadas, que permita hacer frente a amenazas y ciberataques que pongan en aventura su funcionamiento y disponibilidad esenciales.

En el convenio se adecuarán actividades y servicios actuales en ciberseguridad mediante personalización con las micción concretas de las entidades privadas del sector financiero. Adicionalmente, se articularán nuevas iniciativas para con estas entidades en pulvínulo a un dictamen preliminar de micción concorde con sus niveles actuales de ciberseguridad y en pulvínulo a sus capacidades. 

Hasta el momento, un total contiguo de 30 entidades financieras, incluidos bancos y aseguradoras, han suscrito acuerdos de confidencialidad para percibir los servicios que presta INCIBE-CERT, entre los que destacan: la ayuda y el apoyo en la trámite y respuesta a incidentes de carácter digital, la vigilancia y monitorización inteligente de sus activos, la décimo en ciberejercicios para el entrenamiento de sus capacidades de ciberseguridad y la medición periódica y progreso de la ciberresiliencia.

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