«La enhorabuena hay que dársela a ella, a Julia, porque creo que hoy ha vuelto a germinar. Porque la he enfrentado, que si no…». Miguel Donaire cuenta a torrevieja news today cómo fue este jueves el rescate de su vecina con la ayuda de Leopoldo, al que todo el mundo conoce por Pol en el pueblo toledano de La Mata. Los dos héroes de esta historia atienden la convocatoria telefónica equitativamente cinco tres horas posteriormente de que salvasen la vida a Julia, de 60 primaveras, aunque no está fuera de peligro. Se encuentra entubada en la UCI del Hospital Universitario de Toledo, donde todavía fueron ingresados sus dos hermanos, Paqui (52 primaveras) y Gabriel, de 64.
A la una de la tarde, Miguel Donaire pasaba por la calle Alhambra, en el alfoz de San Pedro, cuando vio el humo que salía del aparcamiento del número 2, un chalé equiparación unido. Es conductor de un camión de basura de Gesmat, la empresa responsable de la recogida y matanza de residuos de varios municipios de la región, y se dirigía al trabajo.
«En el maletero de mi coche siempre llevo una maza y una palanca», comienza relatando. «Y vi que Gabriel, el hermano, que intentaba desplegar la puerta del aparcamiento y me puse a ayudarlo. Al poco llegó Pol, nos liamos a dar golpes a la puerta e intentamos desplegar la persiana y la ventana del aparcamiento para porque había mucho humo adentro».
Un operario municipal, Antonio, y algún vecino echaban agua con una manguera pequeña de una casa vecina mientras el corregidor, Indalecio, intentaba regular el tráfico y evitar los mirones en este municipio de casi 900 habitantes.
Miguel Donaire y Pol, empleado del consistorio, empezaron a oír voces desde el interior de la casa y preguntaron a Gabriel, maltrecho del corazón y asmático, si había alguno adentro. «En principio, nos dijo que no había nadie, pero seguíamos oyendo voces hasta que llegó un momento que dejamos de oírla». Era Julia, la mediana de los tres hermanos Tena, que pedía ayuda.
Como no la veían en la calle, Miguel Donaire decidió consentir a la vivienda, donde no se veía mínimo. Entró por la puerta principal y lo hizo a gatas. De esta forma llegó a la habitación del fondo y tropezó con Julia. «Palpando, llegué a ella. Toqué su pierna y dije: ‘¡Aquí está!’. Me puse de pie, agarré las piernas y la arrastré por el pasillo. Entonces me vio Pol y entre los dos logramos sacarla a la calle».
Ennegrecidos por el humo, su intervención fue muy rápida, tan pronto como segundos. Julia salió inconsciente y Pol le realizó las maniobras de reanimación hasta que consiguió devolverla a la vida. «Costó reanimarla», reconoce su rescatador.
Luego llegó el médico de municipal, que se hizo cargo de Julia, y más sanitarios. Una UVI móvil trasladó a la mujer hasta una explanada en un perímetro adjunto al cementerio, desde donde un helicóptero medicalizado la trasladó hasta el Hospital Universitario de Toledo. Allí todavía ingresaron sus dos hermanos mientras los bomberos extinguían el incendio.
Los hermanos Tena son feriantes, con un puesto de comida, y lo han perdido todo lo que habían yeguada este verano, según le comentaron al corregidor. «Ya habían regresado de su tournée por los pueblos y tenía su caravana en el aparcamiento», cuenta Indalecio, quien agradece a Pol y Miguel Donaire su actividad valerosa para rescatar a su vecina Julia.